El incendio forestal de Montitxelvo afectó a 18 especies diferentes de árboles

Un informe elaborado por técnicos del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) analiza las consecuencias del siniestro declarado a principios del pasado mes de noviembre

Ador, Llocnou, l’Orxa y Terrateig fueron las localidades más perjudicadas

Pavoroso incendio en el barranco Font en Montitxelvo

Levante-EMV/Foto: Jordi Estevan

El incendio forestal declarado a principios del mes de noviembre en los municipios de Montitxelvo y Terrateig afectó a un total de 18 especies diferentes de árboles. Así lo confirman los datos de un informe elaborado por los técnicos del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). El documento —publicado esta semana— profundiza en las consecuencias de un episodio que afectó a tres comarcas y causó la movilización de todo tipo de efectivos de Emergencias. 

Así, las especies de árboles afectadas se pueden dividir en cuatro tipos diferentes según su estrato. Las llamas arrasaron con ejemplares de tipo arbóreo —pino carrasco, encina carrasca, acebuche—, matorrales —romero, aliaga, coscoja, cade, lentisco, brezo, aladierno, espino negro, hierba de los pordioseros y Mirto—, lianas —zarzaparrilla— y herbáceos —lastón, botea, cerrillo y cerrillejo—.

Superficie destruida

En el trabajo también se concreta el número de hectáreas arrasadas en cada uno de los municipios afectados. En la Vall d’Albaida el fuego calcinó 69,2 hectáreas (ha) en Aielo de Malferit, 187,8 en Montitxelvo y 262,5 en Terrateig. En la Safor, las llamas alcanzaron 377 ha en Ador, 37,8 en Alfauir, 261,5 en Castellonet, 402,3 en Llocnou, 0,7 en Potries y 453,4 en Villalonga. Y en l’Orxa (el Comtat), el incendio afectó a una superficie forestal de 291,7 hectáreas. Desde el CEAM atestiguan que «la superficie previa al incendio estaba cubierta en un 92% por vegetación forestal, de la cual mayoritariamente correspondía a matorral arbustivo (76%) y el resto pinares con diferente grado de desarrollo». Así el incendio afectó «de forma irregular» a unas 100 hectáreas de cultivos agrícolas, ubicados principalmente en las llanuras aluviales del piedemonte. «Dentro del perímetro del incendio las zonas agrícolas estaban mayoritariamente abandonadas y colonizadas por vegetación forestal», comentan.

Así ha quedado el terreno forestal devorado por el incendio en Terrateig

José Luis G. Llagües

Altos valores de severidad

En el informe también se evalúa el grado de severidad del incendio localizado principalmente en las comarcas de la Vall d’Albaida y la Safor. Este factor equivale al el grado en que un área ha sido alterada o interrumpida por el fuego. En el caso del incendio forestal de Montitxelvo, en el CEAM no tienen dudas a la hora de calificar como «alta» la severidad registrada:«En general, por la época del año y las condiciones en las que tuvo lugar la rápida propagación del incendio (con rachas de viento de más de 80 km/hora), en este incendio cabría esperar unas condiciones de severidad medias o bajas. No obstante, tanto las observaciones a nivel de satélite como de campo muestran valores altos de severidad», argumental. 

Precipitaciones

A su vez, también alertan sobre el riesgo de erosión por precipitaciones después de desaparecer gran parte del arbolado:«En el perímetro del incendio, de manera general, los factores de riesgo de erosión son las intensas precipitaciones... procesos que ahora pueden verse agravados en un suelo desprovisto de vegetación y, bajo un régimen de fuertes precipitaciones, se puede potenciar la erosión laminar, la acumulación de escorrentías y la pérdida del suelo retenido en los bancales».

Sin embargo, no todas las conclusiones extraídas del análisis del CEAM son negativas de cara al futuro. Así, hay esperanza para la regeneración de la masa arbórea:«En general, se espera una buena capacidad de regeneración de la vegetación afectada por el incendio, excepto en la unidad de matorral con regenerado de pinar donde se puede producir una pérdida prácticamente total de la presencia del pino».

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