IN MEMORIAM: ROBERTO 'TITO' FRANCO

Un incansable defensor del centro histórico de Xàtiva

Los autores del artículo elogian la figura del recientemente desaparecido Roberto Franco, empresario turístico e impulsor junto a ellos de la entidad Iniciativa Cívica pel centre històric de Xàtiva

Roberto Franco, tercero por la izquierda, en la firma del manifiesto que impulsó Iniciativa Cívica en 2015 con todos los partidos.

Roberto Franco, tercero por la izquierda, en la firma del manifiesto que impulsó Iniciativa Cívica en 2015 con todos los partidos.

Por Jordi Estellés Carrasco, Lluís Pellicer Cardona, Antonio Martín Llinares y Augusto Ballester Salvador

El casco antiguo de Xàtiva amanece hoy un poco más solo. En el corazón de nuestra ciudad, un hombre siempre pendiente de preservar y revitalizar el centro histórico nos ha dejado. Tito Franco, para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo, era una persona emblemática en la lucha por la conservación de nuestra herencia cultural. Desde su pequeño, pero magnífico alojamiento turístico con encanto, Las Coles Suites, entre la plaça del Mercat y la calle Corretgeria, de la Xàtiva vella, del conjunto histórico-artístico que tanto quería, admiraba y defendía, y en el que vivía, se destacó por su incansable labor en favor de la peatonalización de sus calles y plazas, así como para el impulso a la actividad económica en el casco antiguo.

Desde su iniciativa empresarial, intentó que el centro histórico de Xàtiva volviera a brillar con esa intensidad que buscaba, leía y encontraba en aquellas fotos antiguas que a menudo mostraba. Anhelaba la experiencia y el éxito de los modelos de esas ciudades históricas que frecuentemente visitaba, en las que disfrutaba, y en las que se quedaba con cada detalle, que pensaba que podría recuperarse en las calles y plazas de su ciudad, también, histórica. Era un fervoroso defensor de la idea de situar a la ciudad en el mapa del turismo cultural y un luchador para conseguir la modificación del infernal tráfico en el casco antiguo con el objetivo de fomentar un ambiente más amable para los residentes y visitantes.

Desde joven, Tito Franco mostró un profundo amor por el patrimonio de nuestra ciudad. Su pasión lo llevó a involucrarse activamente en iniciativas para proteger y revitalizar el centro histórico. Convencido de la importancia de conservar nuestra identidad cultural, Tito dedicó gran parte de su vida, en su compromiso con el desarrollo económico del casco antiguo, a buscar la revitalización de esta zona que requería no solo de esfuerzos de conservación, sino también de estrategias para impulsar la actividad comercial y así trabajó incansablemente para atraer inversión y promover la apertura de nuevos negocios en el centro histórico.

Empujó, desde el convencimiento, la creación de aquella Iniciativa Cívica per a la Recuperació del Centre Históric de Xàtiva, con ilusión, acogiendo en su local, largas y reivindicativas reuniones de las que salió aquel manifiesto “…per la gran estima que tenim a la ciutat que heretàrem dels nostres majors.” Tito creía en el valor y las oportunidades de un casco antiguo que veía, con sufrimiento, como se despoblaba, perdía su tejido comercial y se deterioraba. Y predicó con el ejemplo, apostando con su establecimiento por la recuperación, la rehabilitación respetuosa, con esa cultura del detalle que tanto le caracterizaba, lejos de la banalidad, la mediocridad, el low cost y la globalización, que nada le gustaba. Porque defendía la personalidad propia del centro histórico, como corazón de una ciudad con un legado importante, y casi único, forjado durante siglos.

Inasequible al desaliento en el corazón histórico de Xàtiva, formó parte de ese grupo de personas, que a veces son una mayoría silenciosa, a pie de las calles y plazas del centro histórico, que piensan, con imparcialidad, que la situación global de la parte antigua es crítica y se resisten a tirar la toalla, a pesar de la dificultad de la lucha por recuperar y devolver el esplendor a su casco antiguo. Creía en la capacidad de organizar a las personas para “conspirar y juramentarse” frente a las carencias y necesidades del centro histórico, aportando creatividad, añadiendo energía solidaria y mucha vitalidad para terminar levantando proyectos ilusionantes y colectivos en este espacio emblemático, y en la resiliencia, que él practicaba, para afrontar los retos, no estando dispuesto a conformarse con ver morir del todo, de una forma inmerecida y frustrante, la Xàtiva histórica, de la que sentía tremendamente orgulloso. Gracias por ello, Tito, y por tu ejemplo.