La sequía dispara el riego de cultivos y aviva el temor a un verano "muy duro" en el campo

Los regantes copan las horas baratas de consumo de luz a la espera de un encarecimiento importante del agua en unos meses si sigue sin llover

Las fuentes de suministro menguan y las comunidades de la Vall d'Albaida y la Costera piden revisar las instalaciones ante posibles escenarios de escasez

Trabajos de regeneración del cauce del río Albaida, en Xàtiva, en 2023.

Trabajos de regeneración del cauce del río Albaida, en Xàtiva, en 2023. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

El paso de la borrasca Nelson por la Península Ibérica ha supuesto otra decepción para los agricultores de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida, un territorio en el que las lluvias han sido insignificantes en comparación con las necesidades hídricas que demandan los campos de cultivo.

El déficit de precipitaciones en los últimos seis meses alcanza ya el 70 % en Xàtiva o incluso el 80% en Beniatjar respecto a la media histórica, un dato que está haciendo mella ya en las explotaciones. "Antes comenzábamos a regar en junio los bancales y ahora prácticamente todos lo hacemos en marzo, tres meses antes ya estamos regando porque el terreno está tan seco que el árbol que está floreciendo necesita tener hidratación", resume Salvador Agustí, presidente de la agrupación de regantes más importante de la Costera.

Las buenas perspectivas con las que se presenta este año la campaña de la fruta de verano, debido a la excelente floración de los árboles, está contribuyendo a disparar el consumo de agua de riego. "El principal problema que tenemos es el agua: las comunidades de regantes no han parado de regar en todo el año, se está gastando mucha agua en épocas en las que no es habitual y a estas alturas prácticamente están copadas todas las horas baratas de consumo de luz, que son las de la noche y el fin de semana", explica Juan José Climent, delegado de La Unió de Llauradors en la Vall d'Albaida.

Esta práctica está alimentando el temor a un incremento disparado de los costes energéticos en los próximos meses, pese al descenso del precio de la luz. "Cuando empiece a hacer calor, si la cosecha va bien tendremos que echar mano del consumo eléctrico en las horas caras y el agua se encarecerá mucho", advierte el representante agrícola.

Aunque por el momento no hay restricciones y los pozos mantienen sus reservas, los niveles van bajando y cada vez "cuesta más sacar agua y hay que gastar más energía", apunta Climent, que dibuja un panorama de mucha incertidumbre si no llueve pronto. "Quien tenga agua de riego podrá salvar los árboles y la cosecha, pero con los cultivos de secano no sabemos qué va a pasar, si el fruto cuajará y cómo será la calidad", reflexiona.

En la Costera, el acuífero más importante que nutre los campos de la comarca, el del Caroig, se mantiene con buenas reservas gracias a las lluvias abundantes de años anteriores, pero Salvador Agustí pone el foco en "ullal del riu Sants", una especie de lago interior dentro de la sierra cuyo nivel freático está en franco descenso al bomberase agua desde distintos municipios. "En quince días se puede quedar seco hasta que tengamos lluvias grandes de más de 100 litros/m2", subraya el síndic de la Vila.

"Esperábamos que la DANA Nelson nos dejara agua y ha dejado en toda España menos aquí: el otro día apenas cayeron 3 litros y ahora estamos rozando los 30 grados. Nos espera un verano muy difícil si no llueve este mes, la perspectiva es mala", sostiene el presidente de los regantes. "No sabemos cómo se solucionará esto, de momento estamos pidiendo a todo el mundo que revisen sus instalaciones de riego y que tengan cuidado".

"Se riega mucho más"

Agustí coincide en que ahora se riega "mucho más y anticipadamente". "Incluso algunas plantas que gastaban poca agua como el ciruelo estestánnsumiendo mucha" para poder salir adelante, incide. Y aunque el precio de la luz se ha estabilizado, "cuando venga julio y agosto la factura de los pozos se nos multiplicará hacia arriba", mantiene.

En la comunidad de regantes de Xàtiva están tranquilos en cuanto a una posible subida de los costes porque tienen las tarifas blindadas. Su responsable, Rafa Masip, reconoce en todo caso que "el año será muy duro si no llueve" esta primavera y señala que en ese escenario la comarca podría entrar "en zona de sequía en cualquier momento".

Aunque el pantano de Bellús sigue siendo una fuente excelsa de la que nutrirse, la situación pinta peor para las comunidades que se abastecen de las aguas superficiales de los ríos Albaida y Canyoles, en los que comienza a notarse el impacto de la sequía.

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