Los regantes exigen a Canals y l'Alcúdia que se impliquen para que el Sants tenga agua

Proponen ceder uno de los pozos gratuitamente a los ayuntamientos para que costeen su mantenimiento y se pueda garantizar un caudal ecológico continuo

El cauce del Sants en el entorno del nacimiento, en l'Alcúdia de Crespins.

El cauce del Sants en el entorno del nacimiento, en l'Alcúdia de Crespins.

Sergio Gómez

Sergio Gómez

"No somos los malos de la película. El único agua que pasa por el Sants es la que pagan los regantes en la factura". Las comunidades de agricultores que tienen la concesión sobre los recursos procedentes del río han elevado la voz ante la controversia generada este verano por la falta de caudal en el cauce a su paso por Canals y en la zona de baño de l'Alcúdia de Crespins. Quieren aclarar dos cosas: que ellos no tienen la culpa del problema y que, en cualquier caso, han ofrecido a los ayuntamientos de ambas poblaciones vecinas una solución para arreglarlo.

Los regantes recuerdan que hace tiempo que propusieron ceder gratuitamente a los consistorios la explotación de uno de los tres pozos que captan agua del nacimiento como fórmula para garantizar un caudal ecológico continuo en el río "haya sequía o no". A cambio, las corporaciones locales tendrían que asumir el coste de mantenimiento de los sondeos y pagar el recibo de la luz. En las últimas semanas se han mantenido nuevas reuniones, pero de momento no hay acuerdo al respecto.

Salvador Agustí, síndic de la acequia de la Vila, atribuye la ausencia de agua en el río durante el día entre semana a la falta lluvias y al encarecimiento de la factura eléctrica. "El Sants ha estado un año y medio en el que el agua brotaba naturalmente porque había llovido mucho, pero cuando viene una sequía el único agua que pasa es la que bombeamos nosotros, pagando una factura de la luz que a veces supera los 30.000 euros", explica.

Otro factor a tener en cuenta son las pérdidas que sufre el cauce, que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) cifró en un 20% del caudal en un tramo de solo 100 metros. "A las balsas de riego llega menos de la mitad del agua que bombeamos al río", subraya Agustí, que avanza que este fin de semana el cauce llevará agua porque la tarifa lo permite.

El responsable de la acequia de la Vila tira de memoria histórica para recordar que el río se construyó originalmente en la época musulmana como un canal artificial de riego para conducir las aguas del acuífero del Caroig a las acequias de la Vila y de Ranes, con el objetivo de llevar agua a la ciudad de Xàtiva y a las antigua alquerías de la Costera. La concesión histórica de aguas del río, que surgió hace más de 800 años, se reparte en 11 partes para la acequia de la Vila, 9 para la de Ranes y tres para la de Setenes, Horts y Canyamars.

Los regantes niegan que hayan planteado "entubar" el río y explican que su proyecto mantiene intacto el lecho y la estructura del Sants

Agustí niega que en algún momento los regantes hayan planteado la posibilidad de "entubar" el río. El síndic de la Vila asegura que lo que está pendiente de ejecutarse es la tercera fase de un proyecto de 2016 que consistiría en canalizar el agua de uno de los tres pozos del nacimiento por una tubería que iría paralela al cauce y luego se desviaría, "sin tocar para nada la estructura ni el lecho del río", mediante una hinca. La actuación también contempla la adecuación del trazado y la reposición de las zonas verdes.

Cesión gratuita

Salvador Agustí cifra en más de 450.000 euros lo que le costó a las comunidades de regantes habilitar el pozo que ahora proponen ceder gratuitamente a los ayuntamientos, entre los trabajos de perforación, la bomba de impulsión, el arrancador, el transformador de luz y los 2,5 kilómetros de línea de alta tensión que necesita para funcionar. "Todo eso lo cedemos gratis para que puedan mover el pozo y que el río tenga agua siempre: si no lo aceptan es porque no quieren pagar el recibo de la luz", sostiene.

Además, el nuevo proyecto de los regantes plantea un huerto solar de 37 hanegadas junto al nacimiento del Sants para alimentar la bomba del pozo. Los regantes negocian las autorizaciones para la inversión prevista, pero necesitan el beneplácito de los ayuntamientos y quieren un acuerdo plenario que deje el compromiso claro y raso.

"Estamos cansados de la falta de decisión y capacidad de asumir una cosa bajo su responsabilidad. En el momento en que se ceda el pozo los ayuntamientos tienen que rascarse el bolsillo para pagar el mantenimiento y así el agua la disfrutará todo el mundo que quiera", apostilla Agustí. Los regantes que se nutren del Sants rechazan ser los responsables de la sobreexplotación del Caroig y recuerdan que hay otras muchas comunidades aguas arriba (en Anna, Montesa o Vallada) que también beben del acuífero. "Preservamos el acuífero como si fuera oro", incide.

Desde el Ayuntamiento de Canals defendieron la semana pasada que están predispuestos a llegar a un entendimiento que garantice el caudal en el Sants a largo plazo y permita renaturalizar el río.