Una se pregunta ¿qué podemos ofrecer a estos niños de hoy, tecnificados, globalizados y, de otra parte, requeridos por tramas vampíricas, imágenes góticas, zombies en movimiento y otras fantasmagorías más o menos tétricas?... ¿Qué se puede sugerir a niños que gobiernan su vestuario, que a los catorce años ejercen de bloggers y pontifican desde acatados púlpitos o desde el front-row de los grandes desfiles?... ¿Qué actitud adoptar ante esas criaturas sometidas por madres y padres estelares a un archiprecoz estado de fashion victims, convertidas en diminutos iconos de una elaborada sofisticación?

No hay que desfallecer. Merece la pena luchar para que la mayoría real de la población infantil viva en verdad su infancia, cada vez más recortada por la creciente incorporación a las siguientes etapas existenciales. FIMI cultiva la auténtica moda infantil, con la experiencia de su veteranía y el dominio de todos los medios que han ido surgiendo a lo largo de tantos años de trayectoria. A punto de alcanzar su edición número 75 en julio, se va a dar a conocer ya la nueva imagen que estrenará con tal motivo, obra de Agatha Ruiz de la Prada, una diseñadora que interpreta con encanto el mundo de la infancia. Será mañana, a las doce, tras impartir una interesante master class. Habrá otra el sábado por la tarde, a las cuatro y media, a cargo de la valenciana Elisa Palomino, que tiene ya bien acreditada su fina sensibilidad estética. En las dos conferencias intervendrá como moderador el experto periodista y sociólogo Pedro Mansilla. Son actos enmarcados en el espacio See me, que viene ganando importancia dentro de FIMI, como plataforma de vanguardia y firmas de lujo, claves de creatividad cosmopolita. Otra iniciativa de interés en See me es la cooperación de la Escuela Superior de Arte y Diseño -ESAD-, que desarrollará mañana un taller de moulage, técnica que modela un tejido directamente sobre maniquí, recuperando métodos tradicionales de la costura, que hoy día se revelan capaces de recobrar su vigencia como propulsores de nuevas ideas y formas.

Hay muchos incentivos más, por supuesto. La esperada Pasarela brinda cada mañana los desfiles de catorce colecciones de moda y calzado, a las que se agregan las presentaciones individuales de varias firmas, entre ellas la exitosa Cuquito, que calza los pequeños pies de la primera edad.

Encuentros en tiendas, anticipación de las tendencias primavera-verano 2013 y diversas actividades orientativas tanto para fabricantes como para puntos de venta, acompañan el esencial recorrido de los estands, con fórmulas que esta vez alternan una cierta mirada retro de ribetes románticos con la potencia de los deportes inspiradores de prendas cómodas, revisionadas desde un enfoque urbano.

Hay que destacar el creciente índice de exportación de nuestra moda infantil y la puericultura, compensatorio del escaso aumento del consumo interior. Las empresas españolas de moda infantil alcanzan un 30% de aumento del volumen de exportación, con elevado ascenso del calzado. Según mayoritaria opinión empresarial, continuará el crecimiento de sus ventas internacionales. Pues... que así sea.