La faceta más íntima del escritor Vicente Blasco Ibáñez, como cartas a su novia y después esposa, María Blasco, los libros de notas cinematográficas y fotografías de sus viajes, conforman una exposición que completa el legado familiar en su casa-museo de la Malvarrosa, en Valencia.

La muestra, inaugurada hoy por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, coincide con el décimo sexto aniversario de la apertura de la casa como museo municipal el 18 de junio de 1997.

A través de estos documentos íntimos, se aprecia "cómo los hitos más importantes de su vida repercuten en su yo interno, en sus relaciones familiares", según ha explicado la directora de la casa-museo, Rosa María Rodríguez.

Entre los documentos que ha donado la familia se encuentran cartas de sus primeros años de noviazgo a María, de 1885, a la que se dirige como "nenita mía", y en las que comunica que ya ha aprobado y es abogado.

También se pueden ver cartas de diversas épocas de su exilio en París y de su etapa en Argentina, la época de Hollywood y su vuelta al mundo, con los libros de notas de sus viajes.

La exposición muestra el árbol genealógico de Blasco Ibáñez y de su esposa y una pianola que ambienta la sala, así como fotografías comiendo en la terraza, desde donde se divisa la playa de la Malvarrosa y el mar Mediterráneo.

En el interior de vitrinas se puede ver un documento con un listado de contratos para la adaptación cinematográfica de novelas entre 1922 y 1926, encabezado por "Sangre y arena", por 15.000 dólares, y concluido por "En busca del gran Khan", por 75.000 dólares, así como un contrato con Metro Goldwyn Mayer.

En la inauguración ha estado presente la nieta del escritor Gloria Llorca Blasco Ibáñez, quien ha elaborado el álbum fotográfico familiar que se exhibe a través de imágenes originales y recortes de periódicos.

Lo más interesante a juicio del biznieto mayor del escritor valenciano, Emilio Muñoz Blasco Ibáñez, son "las cartas más íntimas, el día a día, la vida cotidiana de una persona como otra cualquiera, con familia".

Según la alcaldesa de Valencia, la casa-museo proyecta la dimensión de la obra de este valenciano internacional y para ello, se han invertido a lo largo de los años cerca de 4 millones de euros.

Queda por incorporar "un recuerdo", ha dicho Barberá, la señera que cubrió el féretro de Blasco Ibáñez, actualmente en restauración y que se añadirá al conjunto del legado.

La casa-museo de Blasco Ibáñez, con una media anual de 13.000 visitantes y un total de 160.000 hasta la fecha, ha realizado desde su inauguración 63 exposiciones, 36 lecturas-coloquio de sus novelas, 91 conferencias y otras 30 actividades entre homenajes, ciclos cinematográficos, concursos y premios.

Su directora ha calificado la casa como un centro de referencia por la documentación y objetos que conserva y por las líneas de investigación que desarrolla, y ha agregado que hay "mucho" por investigar "y por gozar".

"Ojalá que vayan llegando donaciones o compras" para ampliar los fondos bibliográficos y documentales, ha manifestado.

La casa-museo, rodeada de un amplio jardín, conserva el aspecto exterior de la casa original, en la que destaca la terraza con cariátides y una gran mesa de mármol.