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Jovial hostalera

La hostalera, última función

Teatro Rialto (valencia)

De Carlo Goldoni. Int: José Montesinos, Jaime Linares, Sergio Villanueva, Bruno Tamarit, Vanessa Cano, Panchi Vivó, Rosana Pastor, Victoria Salvador, Arcadi Valiente. Escenografía: Josep Simón, Eduardo Díaz. Iluminación: Ramón Jiménez. Vestuario: Susa Matínez. Música: Panchi Vivó, Josep Montesinos, Arcadi Valiente (piano en directo). Versión y dirección: Vicente Genovés. Producción: CulturArts.

En el montaje de piezas clásicas, la gente de teatro casi siempre está preocupada por la cuestión de cómo hacer para que sus textos parezcan frescos. ¿Debemos deducir de esto que se han vuelto rancios? No, lo que se quiere es que vivan para incitar a nuevos públicos. La meta no es resucitar (el material no está muerto), sino crear.

Esta tarea se puede realizar desde dos perspectivas: mediante una estudiada dramaturgia, o tras la fabricación de un «invento» para que la obra se adapte al mismo. Pienso que la versión de Vicente Genovés ha optado por lo segundo. La prueba es la inserción de la obra de Goldoni dentro una estructura de teatro dentro del teatro. Pero no solo eso, también abundan las ocurrencias, como la superpuesta estética equina. Pero, dejando de lado estos asuntos, para su posible discusión pública, lo cierto es que la estructura general funciona. Así, esta obra del gran reformador del teatro cómico italiano, ya que supo encontrar el grado justo de verismo y psicología en los personajes, se recibe a través de una festiva, juguetona y entretenida puesta en escena.

Por ello es valorable esta versión libre y fresca, una especie de baúl de sorpresas, y con muchas licencias. A ello contribuye, y mucho, la conducción de los intérpretes. Puede que la dirección debiera matizar algunos parlamentos, y poses, pero el conjunto actoral alcanza una atractiva jovialidad. Consiguen que el público disfrute con su disfrute en el escenario. Al principio nos cuesta ver a Vanessa Cano y a Bruno Tamarit en sus difíciles papeles, Mirandolina y el Caballero, pero poco a poco nos van convenciendo. Aunque, quienes nos convencen desde el principio son José Montesinos (Marqués), y una hilarante pareja: Victoria Salvador (Deyanina) y Rosana Pastor (Hortensia). Puntos cardinales de la verificación del ambiente creado (música incluida), el que brota de un montaje dulce. Ya lo decía Ionesco, el progreso del teatro está mejor con azúcar.

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