El claustro del antiguo convento del Carmen presenta un aspecto que no debe ser muy diferente al que tenía en 1919 cuando Josep Renau, hijo de un profesor de dibujo, entró para estudiar allí en la Escuela de Bellas Artes. En octubre de 2017 un pequeño equipo de Endora Producciones encabezado por Eva Vizcarra y Rafael Casañ trabaja allí en la grabación de «El arte en peligro», un documental dedicado al fotomontador, cartelista, artista y editor valenciano, una figura tan reivindicada por algunos como desconocida por muchos, según señalan los responsables del film.
«No podemos decir que sea un desconocido. Este mismo año en el IVAM se le ha dedicado una exposición, y el Ayuntamiento de València lo reconoció recientemente», subraya Vizcarra. «Pero sigue sin ser un artista popular pese a que su premisa siempre fue la de hacer arte para el pueblo. Sin ir más lejos, y sin decir nombres, no hace mucho recibió un email de una persona importante que le llamaba Renault, como el coche».
Durante las últimas semanas, el equipo de Endora ha estado grabando en València, la ciudad en la que Renau nació en 1907 (en el Cabanyal) y en la que estuvo trabajando hasta el final de la Guerra Civil. Durante la contienda fue Director General de Bellas Artes y, cómo tal, se le atribuyen dos hechos cruciales en la historia del arte español: el encargo a Pablo Ruiz Picasso de una obra para la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París (es decir, el «Guernica») y la decisión de trasladar a las Torres de Serranos y al Patriarca de la obra del Museo del Prado, para salvarla de los bombardeos de Madrid, organizando con posterioridad su traslado a Suiza.
Al terminar la guerra y tras ser internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, se trasladó a México, donde trabajó para revistas españolas en el exilio, siguió diseñando carteles para películas, y colaboró con el conocido muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. En 1958 dejó México para instalarse en Berlín Oriental donde realizó murales y fotomontajes para el gobierno de la República Democrática Alemana. Allí murió Renau en 1982 y allí se desplazó el equipo el pasado fin de semana para continuar el documental. «Tenemos previsto entrevistar a varios de sus discípulos que siguen viviendo allí y a un matrimonio que le ayudó cuando llegó por primera vez», explicaba Eva Vizcarra.
«Como sus murales constructivista, Renau es un personaje poliédrico por lo que el documental está suponiendo un reto -señala el codirector, y guionista, Rafael Casañ-. El reto es trabajar con un hombre de fuertes contrastes, que para unos fue un líder del artes social para el pueblo y una figura crucial en la introducción de las varguardias artísticas en España, y para otros un cabezota y un comunista radical». Precisamente, en esa personalidad de contrastes radica, según Casañ, el relativo desconocimiento del artista en su ciudad natal. «Creo que su condición de desconocido se debe a tres factores: sus ideas sobre el arte que hacen que sus obras no estén en el mercado y, por lo tanto, no puedan ser valoradas; su condición ideológica, que hace difícil sacar muchas de sus obras del olvido; y el ser un personaje incómodo para todos, obviamente para la derecha, pero también para la izquierda por haber sido primero anarquista, luego comunista y siempre un personaje comprometido».
La idea de realizar «El arte en peligro» la tuvo Vizcarra cuando hace unos años, en una de sus producciones, conoció su última vivienda en València, la famosa «Casa judia» de la calle Castelló. «Hemos estado cuatro años intentado vender el proyecto sin éxito hasta que hace unos meses recibimos las ayudas del IVAC. Nuestra intención ahora es poder estrenar a principios de 2018».
Además de recuperar su figura, la intención de Vizcarra y Casañ también es mostrar la vigencia de sus ideales artísticos. Para ello, la pasada semana el equipo de Endora estuvo grabando al artista urbano Vinz en el barrio de Russafa. «Partiendo del momento actual a través de Vinz el documental va yendo hacia atrás -adalenta Vizcarra-. La obra de Renau sigue teniendo un componente muy moderno y radical, un compromiso y una lucha que también tienen los artistas urbanos más jóvenes».
A partir de este prólogo, «El arte en peligro» repasará la biografía de Renau -entre España, México y Alemania, y como artística, persona y a nivel simbólico-, pero centrándose en dos etapas opuestas, según explica Casañ. «Nos centraremos primero en su etapa de formación, cuando entra en Bellas Artes, se le forma el carácter y entra en contacto con su ideología. Y después nos centraremos en su última etapa, cuando se instala en Berlín, donde fue un personaje influyente, con su propia escuela y donde ofrece una obra hecha para el pueblo, con un lenguaje directo en lo forma pero lleno de ideología».
