Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los gallos más «versados» del corral

El festival de poesía oral y escénica Vociferio acoge el campeonato nacional de «Poetry Slam», un certamen de improvisación poética basado en la crítica social - Marta Fornes, alias Mississippi, ha sido la representante valenciana en la final

El auge de la poesía es un fenómeno palpable. Lo es gracias al incremento de las publicaciones de poesía y al surgimiento de programaciones y festivales dedicados a este «género eterno». Sin embargo, ni las editoriales de poesía ni los certámenes son los causantes del resurgir de la poética. Los que la han rescatado del olvido han sido los lectores, sobre todo los más jóvenes. «Ellos han visto en la poesía una herramienta eficaz para expresarse», asegura David Trashumante, director junto a Raúl Lago del festival Vociferio, que ayer acogió uno de los acontecimiento más esperados del calendario de la «contracultura española»: el campeonato nacional de «Poetry Slam». Se celebró en las inmediaciones del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), donde el año pasado se celebró una exhibición con participantes valencianos.

Es la segunda vez que el certamen valenciano acoge esta competición, a la que acuden representantes de gran parte de aquellas ciudades españolas donde la poesía ha encontrado su nicho. Anoche se celebró la octava edición de este camponato, basado en la improvisación poética, ante decenas de aficionados. «Los participantes pueden recitar sobre lo que quieran. El público tiene el control sobre la competición, ya que vota después de cada monólogo», explica Trashumante.

En la octava edición del campeonato han participado decenas de poetas procedentes de Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia, el País Vasco o Cataluña. La final quedó entre una decena de ellos, como Lola Guerricaechebarría (Bilbao), Mississippi (València), Luanna (Jaén), Carmen Conde (Santiago de Compostela) y Saúl Lescún (Oviedo). Pero finalmente, el triunfo se lo llevó Adriana Bertran, de «Poetry Slam» de Llobregat.

Así, la finalista valenciana Marta Fornes, alias Mississippi, no puedo alzarse con la victoria final ayer. Mississippi saltó a la fama a principios de año, cuando su monólogo del «Slam» de València se hizo viral en las redes sociales. En su discurso, la valenciana criticaba las enseñanzas que las niñas pueden extraer de las películas de Disney, como el ideal del amor romántico o los sacrificios que debe tomar para «ser deseada» por el príncipe.

Sin enfrentamientos directos

El «Poetry Slam» suele compararse con las «Batallas de Gallos» del rap, pero lo cierto, es que difieren mucho entre sí. «En el 'Poetry Slam' impera el poder de la palabra. La gente que compite quiere compartir sus pensamientos con los demás de manera positiva, sin buscar el insulto o el enfrentamiento entre ellos. Existe mucha hermandad entre poetas», explica el codirector de Vociferio. Otra particularidad del «Poetry Slam» es que a diferencia de las «Batallas de Gallos», los participantes no compiten directamente sobre el escenario, sino que recitan por turnos. Esta mecánica evita que se generen réplicas, que son precisamente, uno de los atractivos de las «Batallas de Gallos».

El «Poetry Slam» se ha convertido en un fenómeno popular que se ha extendido por gran parte de la península, y precisamente es València uno de los epicentros del movimiento. El Kaf Café, situado en el barrio de Benimaclet, es uno de los centros donde estos «gallos» ilustres suelen mostrar sus versos al público.

Compartir el artículo

stats