El 12 de enero de 2017 el Museo de Bellas Artes de València dio por concluidas las obras de su proyecto de rehabilitación y recuperación de la llamada V fase, hoy bautizado como edificio Pérez Castiel. Algo más de dos años han tenido que ser necesarios para que por fin las salas, hasta ahora deshabitadas, luzcan a uno de los grandes maestros de la pintura: Joaquín Sorolla. Pero no solo el pintor valenciano inaugura estos espacios, sino que le acompañan sus maestros, discípulos y coetáneos.

La exposición «El inicio de la pintura moderna en España: Sorolla y su tiempo» reúne 125 cuadros -27 de ellos del pintor de Niños en la playa- y 13 esculturas. Todas ella pertenecen a la colección permanente del museo. Obras del propio Sorolla entran en diálogo así con piezas de artistas como Pinazo Camarlench, José y Mariano Benlliure, Muñoz Degraín, Antonio Fillol o Cecilio Pla.

El recorrido de la exposición es cronológico y diacrónico porque muestra a los artistas que triunfaban cuando Sorolla comenzó a pintar, sus maestros en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, los amigos del artista, sus discípulos directos y la escuela de seguidores de su estilo llamados «sorollistas» y «postsorollistas».

La exposición argumenta que con Joaquín Sorolla se inició la pintura moderna en España con una imagen de España alegre vital, luminosa y optimista. Así lo explicaron ayer los comisarios de la muestra, el catedrático de Historia del Arte, Rafael Gil, y el técnico de Arte valenciano del museo, David Gimilio. Estuvieron acompañados por la directora de la pinacoteca, Margarita Vila, y la directora general de Cultura, Carmen Amoraga.

Gimilio quiso destacar que esta exposición exhibe la colección permanente del museo, que «el público está deseoso de ver». Vila dijo por ello sentirse «orgullosa» de esta muestra que «pone en valor» los fondos del Bellas Artes, «que es lo que lo hace grande».

Por su parte, Gil señaló que ha sido «un reto importante revisar una figura y nombre clave del Arte como es Joaquín Sorolla» hasta llegar al relato de la muestra que «lo contempla desde una posición individual de artista y en su contexto». Este planteamiento, explicó, «permite entender qué significó la obra de Sorolla», dijo. «De las más de cien exposiciones que se ha hecho de Sorolla, ninguna ha atendido la razón de su contexto», añadió.

Además de mostrar prácticamente todos los fondos de Sorolla que posee el museo (algunos están en préstamo fuera del Bellas Artes), la exposición permite ahora exhibir algunas obras que nunca se han expuesto en la colección permanente como El sátiro, de Antonio Fillol; Retrato de Federico Vañó niño y Condesa de Trenor, ambas de Ignacio Pinazo Camarlench, y Retrato de doña María del Rosario Millán y García Conde, de José Mongrell. Además, destacan obras por su «impacto visual» como Amor de madre, de Muñoz Degraín; Retrato de Valentina Navarro, de Pla, o Retrato de doña María Millán, de Mongrell.

Como ya adelantó este diario, la exposición dedica, además, una sala especial a retratos de mujeres, en los que las chulas, folclóricas y damas de la alta burguesía comparten el mismo espacio.

Una muestra en seis apartados

La exposición, que se podrá visitar hasta finales de 2020, se estructura en seis apartados y su recorrido comienza en la segunda planta del edificio. Allí dan la «bienvenida» los antecedentes de Sorolla en la creación artística valenciana a finales del siglo XIX; le seguirán los maestros del pintor para continuar con su entorno, amigos y colegas de su tiempo.

La muestra prosigue su recorrido, ya en la primera planta, con las 27 obras del maestro de la luz. De él se podrán contemplar piezas como Marina, Grupa valenciana, Clotilde contemplando la Venus de Milo, Los abuelos de mis hijos, Playa de Valencia o Lucrecia Arana.

Respecto al plan museológico, Margarita Vila explicó que la colección de la pinacoteca se reordenará a finales de 2020, fecha en la que se prevé poner en marcha. A partir de entonces será cuando Sorolla tendrá su propio discurso en el Bellas Artes. «El museo contará con la presencia de Sorolla indudablemente», añadieron. «Es absurdo pensar que se van a retirar», recalcó Gil.