El director de escena Emilio Sagi se muestra rotundo cuando se le pregunta sobre la ópera La nozze di Figaro, de Mozart, que el viernes estrena el Palau de les Arts. «Es perfecta. Yo no suelo hacer las cosas como están en el libreto, pero en este caso es una obra perfecta musical y teatralmente. No hay una sola línea que esté mal hecha. Aquí todo tiene sentido y no se ha cortado nada».

Sagi, junto al director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias, y el director musical de esta producción, Christopher Moulds -que debuta en València- presentaron ayer esta ópera bufa de Mozart, con libreto en italiano de Lorenzo Da Ponte, basado en la obra de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais, Le mariage de Figaro. Recordó que cuando en 2009 el Teatro Real le encargó esta obra -una coproducción del teatro madrileño con la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO) y el Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Lituania- «no quise cambiar nada porque me pareció moderno encontrar un hiperrealismo en el siglo XVIII, destacando lo español. Entonces, para la sociedad vienesa, España era un lugar exótico como hoy nos puede parecer a nosotros Tanzania. Buscamos eso desde el principio y funcionó bastante bien». Destacó su «espíritu trianero. En esta obra hay una alegría lujuriosa porque Mozart y Da Ponte miran hacia lo sensual; hay una historia de sensualidad exagerada, que acaba en un bosque...», avanzó sin querer desvelar demasiado.

En esta ópera bufa, sí adelantó Sagi, «hay bastante cama, me gusta usar muebles porque tienen su significado, pero no es un porno mozartiano [rió], para nada, sí es verdad que el erotismo está ahí, no hay que rebuscar mucho».

Para el director de escena «el argumento es muy divertido». «Fígaro idea un plan que resulta ser un desastre, aunque él piense que tendrá éxito; al final el que de verdad tiene éxito es el que planean las mujeres, que saben como acabar con el machismo del conde».

Insistió Sagi en que «no tuve la tentación de actualizar la puesta en escena, quizás el vestuario sí está más cerca de los cuadros de Goya por darle un aire más español», explicó. «En otras óperas no he respetado la época, depende del argumento que tengas delante. La Edad Media en el escenario me parece horrorosa. En el cine sí, pero en teatro queda ridícula, de cartón piedra», sentenció el director de escena.

Sobre los personajes de La nozze di Figaro Sagi hizo autocrítica y asegura que «a veces los directores no pensamos en el público. No hay que hacer antipático a ningún personaje», dijo en alusión al rechazo que puede generar el conde de Almaviva por su machismo. Al contrario, «Fígaro y Susana [la prometida del protagonista] son del sur, personajes llenos de sol y alegría», explicó. Mientras, a la condesa se le presenta como «triste porque el marido se levanta a las 5 de la mañana para ir de caza pero no de animales precisamente» y Cherubino es un personaje «que aparece como un catalizador para ella, que le hace ver que es una mujer que se puede seducir».

Sagi aseguró que «para mí Mozart era un iluminado. Cuando la condesa perdona a su marido cita una de las frases más bonitas de la ópera, pese a que sabe que volverá a serle infiel».

Respecto a la estética que se verá sobre la escena, Sagi aseguró que «yo no sé qué estética tengo. En teatro nunca se sabe qué va a pasar. Sí es verdad que esta producción tuvo éxito. A veces haces algo que crees que está muy bien y luego no funciona. La verdad es que esta ópera no me la imagino de otro modo».

De hecho, sostuvo que «no puedes tener un determinismo de cómo es un personaje porque cada actor le da su personalidad. Los directores de escena debemos dejar que el artista termine de desarrollar la personalidad del personaje. Los personajes no vienen en una caja. Cada función es una creación nueva, con matices diferentes. Hay muchas posibilidades de perspectivas», dijo el director de escena para añadir que «me gusta trabajar en armonía, no en tragedia», dijo sobre su relación con los artistas.

Mozart «imprescindible»

Para Jesús Iglesias «Mozart es imprescindible y de presencia obligatoria en todos los teatros y así será en Les Arts, no solo en esta temporada», así como que este es uno de los «mejores y más reconocidos trabajos de Sagi», que ambos hicieron juntos cuando Iglesias aún era responsable en el Teatro Real. El director artístico de Les Arts recordó que será la primera vez que el Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana se pongan bajo la batuta de Moulds.

El director de orquesta británico aseguró que su «primera vez en València está siendo una experiencia encantadora». Sobre su trabajo con la orquesta residente de Les Arts explicó que ha intentado dar un «enfoque más clásico, con más perspectiva de orquesta de cámara».

El reparto de La nozze di Figaro lo encabezan «dos de las sopranos españolas más importantes» -dijo Iglesias-, María José Moreno y Sabina Puértolas, en los papeles de Condesa de Almaviva y Susanna, respectivamente. El barítono Andrzej Filonczyk será el Conde de Almaviva, mientas que el barítono canadiense Robert Gleadow será Fígaro.