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Entrevista

Ángel Martínez: "Solo Monléon podría hoy decir: 'senyora, li ha tocat la clòtxina' arrancando una sonrisa"

«Muchos movimientos de liberación actuales encontrarán en personas como Monle sus auténticos pioneros»

Ángel Martínez: "Solo Monléon podría hoy decir: 'senyora, li ha tocat la clòtxina' arrancando una sonrisa"

P ¿Qué diría Monle del documental?

R El mayor elogio que podría escuchar después de que viera el documental sería que «le ha interesado el personaje».

P ¿Es un homenaje o una reivindicación?

R Sin duda tiene una parte de homenaje diez años después de su muerte pero en el fondo, el programa actualiza a la persona en sus aspectos más íntimos y su vasta trayectoria profesional. Monleón desarrolló su carrera artística en una época políticamente muy compleja de este país donde la intelectualidad de derechas y de izquierdas despreciaba todo aquello que no entendía.

P Diez años sin él, ¿qué más echan de menos sus amigos?

R Su perfil de persona amable y protectora. Quienes le trataron de cerca coinciden en recordar que todo el mundo era bienvenido en su casa en la que, por cierto, nunca faltaban flanes.

P Todos recuerdan su etapa televisiva, pero Monleón fue un adelantado a su tiempo.

R Joan Monleón como otros artistas e intelectuales criados durante el franquismo tuvieron que sortear muchos obstáculos políticos y prejuicios sociales para desarrollar su trabajo. Actuar vestido de fallera con un mostacho típico de la «benemérita de la época» o aparecer en televisión cantando «María de las Mercedes» con un miriñaque rojo no era una mera frivolidad sino una apuesta firme por la defensa de las libertades individuales y colectivas. Muchos movimientos de liberación actuales encontraran en personas como Monle sus auténticos pioneros.

P ¿Cuántos amigos de él salen en la película?

R Monle, Món, Monleón no es un documental hecho para los amigos. He pretendido hacer un programa de televisión para aquellos espectadores que nunca le conocieron o cuya única referencia es esa melodía que se sigue repitiendo desde hace 30 años «a guanyar diners»€ Si consigo que les interese, me doy por pagado.

P ¿Alguien que quiso entrevistar y no ha querido salir?

R Al contrario. Ha sido una satisfacción comprobar como Monleón ha conseguido reunir entorno a su persona a figuras tan relevantes y de procedencias tan distintas del panorama sociocultural y político como Albert Boadella, Maria Consuelo Reyna, Eliseu Climent, Ximo Puig, Arturo Valls€Podría haber llenado el escenario de un teatro y hacer una nueva versión de Cinco horas con€ Monle.

P ¿Cómo queda reflejada su primera etapa en Els Pavesos?

R Monleón definió a Els Pavesos «com una traca». Revolucionaron el panorama musical de la Nova Cançó de los años 70 y 80 con un cóctel imbatible: reivindicación de las libertades y participación festiva de la gente en sus conciertos. El documental también recoge esta etapa.

P Mi primer recuerdo de Monleón es verlo jugar al parchís en el Café Lisboa.

R Mi recuerdos de Monle son muy anteriores. Vienen de escucharle en el histórico programa radiofónico De Dalt a Baix de los años 70 en Radio Nacional que hacían Amadeu Fabregat y Toni Mestre y de los conciertos de Els Pavesos junto a Merxe Banyuls. Con el paso del tiempo coincidimos trabajando juntos en Radiocadena y Canal 9. No era muy habitual del Café Lisboa pero recuerdo con afecto a muchos de los integrantes de aquella mesa de tertulia nocturna.

P Explique su éxito televisivo.

R Hacer televisión no es más difícil que formar gobierno. Para este oficio no hay que aportar licenciaturas y masters sino talento y sentido común. El Show de Joan Monleón fue un éxito televisivo por que su presentador conectó con el público por su empatía y espontaneidad. En definitiva, un programa de entretenimiento que interconectó a unos pueblos con otros sin complejos de cul estrets. Así fue como el horchatero de La Holandesa, se convirtió en el fill que todos querían tener en su casa.

P ¿Irrepetible?

R Él decía de sí mismo que era «único y plural», abordaba nuestros tópicos desde la ironía y la exageración como nadie. Sólo él podría hoy seguir diciendo: «senyora, li ha tocat la clòtxina» arrancando una sonrisa y no acabando en comisaria.

P ¿Por qué «Monle, Món, Monleón»?

R Monle, desde el afecto, Món, para reconocer su universo propio y Monleón por que al final es lo que queda.

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