La no renovación del contrato de José Miguel G. Cortés al frente del IVAM ha sumido al museo en un nueva crisis; en un conflicto que enfrenta a la Conselleria de Cultura con los rectores de la institución. Ayer, tal como adelantó Levante-EMV en su edición digital, dimitió en bloque el Consejo Asesor por las «decisiones políticas unilaterales» que «plantean el cese y sustitución del actual equipo directivo». Una justificación que, horas después, desde la Generalitat negaban ya que se aseguraba «no haber ejecutado nada» al margen de su Consejo Rector, el máximo órgano de gobierno. El contrato del G. Cortés finaliza en septiembre y, desde Cultura, aseguran que «en ningún caso se ha planteado cesar a la dirección». Desde la Conselleria lamentan la dimisión de los integrantes de este Consejo Asesor y respetan su decisión, «a pesar de que las argumentaciones dadas no se corresponden a la realidad: ni se cesa a la dirección ni se incumple el Código de Buenas Prácticas en la cultura valenciana. Más bien al contrario, se cumple escrupulosamente», defienden.

Desde el ya exConsejo Asesor (formado por Pedro Azara, María Dolores Jiménez-Blanco, David Pérez y Álvaro M. Pons) se expone que las decisiones tomadas desde la Conselleria de Cultura suponen, fundamentalmente, «una vulneración de la independencia de la institución, que debe decidir su futuro y funcionamiento desde el Consejo Rector». Órgano, por cierto, convocado para el viernes para iniciar el procedimiento de selección de la dirección siguiendo el Código de Buenas Prácticas en la Cultura valenciana.

Tras conocer la dimisión en bloque del Consejo Asesor, el todavía director del IVAM lamentó «profundamente» la situación y afirmó que: «siempre he creído en que hay que sumar el máximo de esfuerzos para llevar adelante el programa de nuestro gran museo nacional, sin restar ni dejar a nadie atrás». «Cuando se toman decisiones unilaterales -apunta G. Cortés- se crean problemas en instituciones que no los tenían y que funcionan satisfactoriamente. Estoy convencido de que el IVAM se hubiera ahorrado todo este doloroso proceso si se hubiese evitado caer en actitudes impositivas y se hubiese contado con todos los sectores, ya que el proyecto del IVAM no es un proyecto particular». Y agrega: «En la tarea de reconstrucción del IVAM no sobra nadie y mucho menos, profesionales tan cualificados como los integrantes del Comité Asesor». G. Cortés agradecer públicamente a los miembros del Consejo Asesor su «coherencia ética» al no querer ser partícipes de «comportamientos impositivos» .