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Entrevista

Rebeca Plana: "En mi obra busco que al espectador le vibren los ojos"

«Mis trazos son muy duros y al apretar el pincel, a veces, llego hasta a agujerear el lienzo», confiesa.

Rebeca Plana: "En mi obra busco que al espectador le vibren los ojos"

La traducción libre de «Begin the beguine», el título de la exposición que Rebeca Plana muestra en Madrid, sería algo así como «volver a empezar». Y eso es lo que ella hace en cada óleo que pinta, en cada exposición que prepara. La valenciana se estrena como artista de la Galería Álvaro Alcázar y en su obra destaca la diversidad de colores utilizados y su importancia a la hora de transmitir sensaciones. Sus pinturas son el reflejo de su carácter pasional y arrebatador. «Me gusta decir que pinto desde el estomago y no del corazón», dice.

P ¿Se pinta como se vive?

R Se vive como se pinta. Pero todo depende del tipo de trabajo que realizas.

P ¿Y usted es tan viva y abstracta como sus óleos?

R Sí, llena de impulsos, de cosas. Ayer Ximo (su pareja) me dijo, 'es que no cuidas las cosas' y no es que no lo cuide es que no soy consciente de las cosas que hago. Soy como soy y si las cosas que veo no son justas, las digo. Parece que vivimos en una situación de guardar las apariencias y moverse por impulsos está mal visto.

P Lo correcto es ser políticamente, valga la redundancia, correcto.

R Exacto, cuando deberíamos decir cómo nos sentimos y qué pensamos para poder funcionar de una manera mejor.

P ¿Al pintor le cuesta mojarse?

R El artista tiene que nadar entre dos aguas y, si es posible, no mojarse políticamente. Hay muchos artistas que están aguantando en galerías de gran renombre porque piensan que es la panacea y las cosas no funcionan cuando, si tienes que romper y buscar otros caminos, es mejor. Hay momentos en los que hay que romper vínculos y buscar otras libertades para funcionar muchísimo mejor. Las personas se tienen que encontrar y esa es una de las reflexiones que yo he hecho durante este confinamiento. El encierro nos ha ayudado a reencontrarnos con nosotros mismos y después a, o bien cortar cabezas, o que nos la corten a nosotros.

P Pero usted, por su trabajo, debe estar acostumbrada al aislamiento y la soledad.

R Sí, pero es diferente. Yo he pasado el confinamiento con mi pareja que es Ximo Tébar y sí que estamos acostumbrados a vivir en soledad, quizás yo más que él, porque los músicos necesitan de más personas para crear y sonar. Yo creo completamente sola, en mi mundo y mi historia. Por el confinamiento no he podido ir a mi estudio porque lo tengo a varios kilómetros de donde resido y me tuve que montar un estudio en el salón de mi casa que es muy grande y allí me dedicaba a pintar. En el kiosco compré unas cartulinas y algunos materiales de los que utilizan los niños e hice una serie de más de 300 papeles. De entre todo ellos hice una selección y algunos coleccionistas las han adquirido. Algunos dibujos me han servido para saber hacia dónde tengo que ir.

P Y en plena desescalada inaugura exposición en Madrid y, por los problemas de movilidad, no puede estar presente en la sala ni para montar ni para inaugurar.

R Es todo muy rocambolesco. En principio tenía que inaugurar el 25 de abril y parte de la obra que se iba a llevar a Madrid era de la que estaba expuesta en la Fundación Guerricabeitia que, por cierto, también ha estado setenta dias confinada. A raíz de esto me llamó Álvaro Alcázar y me ofreció hacer una exposición. Entonces me puse a trabajar, hice unos lienzos de gran formato pintados en lino y explotó todo. Ahí están en la Galería Álvaro Alcázar. Son unos formatos de 195 x 62 y esperemos que a la gente de Madrid le guste. Cuando expuse en la desaparecida Galería Fernando Latorre de Madrid la exposición fue señalada como una de las diez mejores exposiciones del año.

P ¿Por qué pinta sobre lino?

R Yo siempre he trabajado con loneta pero el lino es especial. Cuando llega el bastidor y lo montas, el lino tiene una presencia especial. Yo soy una persona que tiene unos trazos muy duros, con una influencia del expresionismo alemán que algunas veces, cuando he apretado el pincel, he llegado a agujerear el lienzo. El lino me ayuda con las aguadas y se ajusta a mi forma de trabajar. Desde el principio de la historia del arte y la concepción del arte contemporáneo los artistas han trabajado con lino hasta que, para abaratar costes, apareció la loneta y se empezó a trabajar con ella. Desde que un proveedor me ofreció el lino que yo deseaba trabajo con él y, de momento dentro de mis posibilidades, seguiré con él.

P Dice que a veces llega a agujerear el lienzo, ¿eso es porque ese día pinta desde la mala leche y no desde el sosiego?

R Sí, suelo ponerme en un estado bastante tenso. A veces pinto en el suelo, lo levanto, giro el cuadro, lo pongo del derecho, del revés y suelo machacar bastante la tela para provocar esa tensión que suelen tener mis cuadros. Lo que hago lo busco.

P Sus cuadros no dejan indiferente a nadie e incluso provocan sensaciones muy fuertes por los colores que utiliza.

R Mis cuadros obligan a sentir. No me gusta hablar de que utilizo colores del mediterráneo, sino que uso colores que normalmente no cuentan una historia ni están en la misma escala tonal; busco colores contrarios, colores que utilizaría un niño entre los 3 y los 5 años. Busco que cuando un espectador mire la obra le vibren los ojos porque molesta. También huyo de eso que dicen de 'es del mediterráneo' y busco la influencia neoyorkina y estar bien. Me gusta saltarme las normas pero siempre sabiendo parar en el momento determinado porque si no seguiría y seguiría poniéndole información a la obra.

P ¿Se siente reflejada en sus colecciones?

R El único parámetro marcado en mi obra es que cuando uno ve una pieza mia sabe que es mia, sobre todo, por los trazos. Cuando empiezo a trabajar, mi primer cuadro siempre es el principio de algo y a partir de ahí voy evolucionando y contando.

P ¿Siempre tiene claro lo que quiere conseguir o deja que fluya?

R Me dejo llevar totalmente. Lo que hago es ir puliendo muchas veces cuando la obra va teniendo información. A veces, dos trazos definen completamente la obra y ahí está; y otras cuesta más. Quiero realizar una exposición-homenaje a Nacho Criado que hace diez años que murió. Mi amor por la obra maravillosa de este artista conceptual es grandísimo y eso que su obra no tiene nada que ver con mi trabajo. Esa exposición la tengo muy presente y ya veremos cómo lo hago. El mundo fluye y la Covid nos ha cambiado a todos y ya veremos.

P ¿Cuando termina una obra es conformista y la deja o, es de las que con los días la matiza?

R Soy terriblemente inconformista y esto me lo ha pegado Ximo. Cuando termino una colección y la galería se va a llevar la obra, me gusta ponerla toda juntar, mirarla y valorarla. A veces pienso 'pues tampoco está tan mal', pero al final es el espectador el que termina el trabajo. El que ha de defender tu trabajo no eres tu. Yo no soy de verborrea fácil y de estar en galerías y ferias. No me gusta venderme. Por gustar no me gustan ni las inauguraciones porque ese día, el artista se siente más solo que nunca porque, primero, la gente no ve la obra y luego no se le hace caso al artista. Hasta este momento de la Covid la gente que iba a una inauguración iba solo a socializar.

P Entonces no le habrá sabido mal no estar en la inauguración de Madrid.

R El viernes me sentí rarísima. A medida que me voy haciendo más mayor, física y mentalmente, le doy más valor a las cosas. Al principio no le daba importancia a las cosas porque pensaba que mi trabajo terminaba el día que llegaba el transporte y se llevaba la obra. Nosotros somos creadores de sensaciones y nuestro objetivo es provocar sensaciones.

P Durante el confinamiento se ha ofrecido y consumido mucho arte online gratuito, ¿cree que eso empujará a la gente a consumir arte en vivo asumiendo costes?

R Uf, tengo la sensación de que las artes plásticas, y por cómo se ha comportado el ministro de Cultura, han quedado en un plano secundario y que la gente cree que solo son artistas los músicos, actores, escritores y demás. Luego, a pie de calle, creo que mucha gente dice que pinta y eso devalua esta profesión porque por su parte equipararnos es una falta de respeto. Y eso es así. Luego, la cultura no es gratis. Aquí, uno que va a ver una exposición a la Fundación Chirivella Soriano, que es privada, tiene que pagar una entrada y los hay que, por dos euros, ponen el grito en el cielo. Y eso no debería ser así. Creo que con la nueva crisis en este sector lo vamos a pasar mal porque España ni es Alemania ni es Finlandia, donde se percibe una renta vital por ser creadores. ¿Qué va a pasar?, pues 500.000 euros para obras que destina Cultura es pan para hoy y hambre y para mañana. Siento que, o hacen algo en el sector, o nos vamos a matar entre todos porque en las artes visuales no hay compañerismo. Yo viví la crisis del 2008 y sé de qué hablo.

P No me puedo resistir. ¿A quién le compraría un cuadro o una escultura?

R Si pudiera, compraría un Nacho Criado.

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