Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La futura colección del Bellas Artes se ve ahora en Sevilla

La pinacoteca inaugurará la sala dedicada a la donación de Gerstenmaier en diciembre

La comisaria de la exposición, Marisa Oropesa, junto al presidente de Cajasol. l-emv

El tesoro más preciado del Museo de Bellas Artes de València se encuentra actualmente a más de 600 kilómetros de distancia, en Sevilla, donde el pasado lunes se inauguró «De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la Colección Gerstenmaier», la exposición que incluye las obras que el coleccionista alemán Hans Rudolf Gerstenmaier decidió donar antes de su muerte a la pinacoteca valenciana.

La futura colección del Bellas Artes se ve ahora en Sevilla

La muestra se puso en marcha hace años por iniciativa del propio coleccionista y hasta ahora ha recorrido ciudades como Madrid, Valladolid, Badajoz, Salamanca, Huelva o incluso València, en 2014. Sevilla será la última parada de su viaje antes de quedarse para siempre entre los muros del San Pío V. «Hans pactó que su colección se viera en Sevilla antes de su llegada a València. Y así se ha hecho. Su viudo, Leoncio Fernández Vallejo, comunicó al museo esta última voluntad. Ahora, los tiempos los maneja la familia del difunto», explica a Levante-EMV el director del Bellas Artes, Pablo González Tornel.

La futura colección del Bellas Artes se ve ahora en Sevilla

La muestra está compuesta al 80% por las obras que formarán parte de la colección permanente del Bellas Arte y que descubren las señas de identidad que han convertido a la escuela flamenca de pintura en una de las cumbres del arte universal. La colección, que estará en Sevilla hasta el 27 de junio, cuenta con joyas del arte flamenco pertenecientes a Rubens, Gaspar Peeter Verbruggen, Marten des Voos o Van Dyck. Las más famosa es la Virgen de Cumberland, de Rubens, y la Alegoría del verano, de Juan Van Der Hamen, que se encuentran entre las 41 que el coleccionista decidió donar a la pinacoteca valenciana.

La futura colección del Bellas Artes se ve ahora en Sevilla

En la exposición de Sevilla, tanto el lienzo de Rubens como el de Van Der Hamen tienen una posición destacada.

La futura colección del Bellas Artes se ve ahora en Sevilla

La Virgen de Cumberland es una buena muestra del arte de Rubens. Según los profesores Michael Jaffé y Matías Díaz, colaboradores de muchos de los catálogos que se han publicado sobre la colección Gerstenmaier, «los rasgos del Niño coinciden con los de Alberto, el hijo de Rubens retratados en sus otros dibujos». El rostro de María, es igual al de otras vírgenes de Rubens.

Antes de ser adquirida por Gerstenmaier, la pieza perteneció a la colección Cumberland, vinculada a la corona británica, al príncipe de Hannover y a una colección privada en Berlín.

Más cerca de València

Los trámites para acoger las 41 obras del flamenco en la pinacoteca se pondrán en marcha muy pronto. En primer lugar, la donación deberá ser aprobada por el Patronato del museo, presidido por Fernando Delgado, y firmada por el conseller de Cultura, Vicent Marzà. «Ahora se abre un proceso jurídico-administrativo que debería finalizar antes de que acabe junio», explica González Tornel, pues está previsto que las obras lleguen a València en pleno verano. «Seguramente en julio».

Como agradecimiento al coleccionista alemán y a su viudo, González Tornel tiene la intención de ubicar las obras flamencas en una área del museo bautizada «Hans Rudolf Gerstenmaier & Leoncio Fernández Vallejo». La decisión se enmarcará en el proceso de redistribución del museo, tal y como aseguró el director a Levante-EMV. «La idea es dedicar la primera planta del edificio al barroco. En esta planta hay 9 salas y nos gustaría dedicar 2 a la pintura flamenca. A un lado estarán los grandes pintores italianos del XVII, como Ribera, y al otro lado, pintores hispanos del siglo XVII, como Velázquez. Entre estas dos áreas, estará la gran colección de pintura flamenca con Van Dyck y Rubens», explicó el directo el mismo día que se anunció la donación. Después de ser revisadas por el personal del museo, la primera planta se cerrará para redistribuir las obras y colocar las de la colección flamenca.

El Museo de Bellas Artes inaugurará dos exposiciones entre septiembre y octubre, por lo que González Tornel prevé que la presentación a los medios de la nueva colección sea en diciembre.

La llegada de las obras de Gerstenmaier equilibrará y completará el dominio de la escuela barroca española e italiana, pero también el de la de pintura religiosa sobre otras temáticas.

«Por los orígenes del museo tenemos una proporción muy superior de pintura religiosa que de cualquier otro género -indicó en su día González Tornel-. Pero esta colección tiene mucha pintura de género además de religiosa: naturalezas muertas, paisajes y pinturas de flores... Añadirlas a nuestra colección nos viene bien porque ayuda al visitante a no aburrirse».

El pasado 30 de diciembre -justo un mes antes de fallecer a causa del coronavirus-, Gerstenmaier modificó su testamento para donar al Bellas Artes una parte de su colección privada, una de las más importantes de España. La decisión, aseguró González Tornel, no la supo el director del museo hasta que hace dos semanas se la comunicó Fernández Vallejo, viudo del empresario.

Lugar de referencia

El acto de generosidad de este coleccionista alemán va a posicionar al Museo de Bellas Artes de València como una de las pinacotecas de España con mejor colección de arte flamenco.

La biografía de este coleccionista está repleta de anécdotas y pasión por el arte. Nacido en Hamburgo en 1934, Gerstenmaier llegó en autoestop a Barcelona en 1962, «con 1.000 pesetas en el bolsillo y ganas de comerme el mundo», tal y como afirmó en una entrevista. Era la España franquista, donde imperaba el turismo de ‘sol y playa’ y la censura. Aunque Hans ya estaba acostumbrado a los gobiernos autoritarios. Pues se crió en pleno auge del nazismo en Alemania.

Durante sus primeros años en España conoció a su marido, Leoncio Fernández Vallejo, quien compartiría sus gustos por el arte.

Diez años después progresó lo suficiente como para amasar ya una fortuna. Fundó una exitosa empresa de recambios en Madrid, sirviéndose de sus contactos en el mundo automovilístico alemán, e inició una colección de pintura que acabaría siendo una de las mejores de España.

Decidió vender su empresa en los años 2000, y desde entonces se dedicó únicamente al coleccionismo. «No tengo más que agradecimiento por este país. España me ha dado todo. Esta es mi patria. Lo mío es una pequeña contribución al gran cariño que he sentido desde que atravesé los Pirineos», confesó Rodolfo, como era conocido en Madrid, en una entrevista al diario El País. Le entrevistaron tras haber donado 11 pinturas al Prado, del que sería el principal benefactor.

La Fundación Cajasol ha inaugurado «De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la Colección Gerstenmaier» en Sevilla. El acto contó con la participación del presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa.

Compartir el artículo

stats