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El techo del Palau de la Música se desprende tres veces en tres años

El comité de empresa pedirá que se revisen los conductos de aire para evitar más desperfectos

La fachada del Palau de la Música, ayer. f.bustamante

Tres desprendimientos en tres años. El Palau de la Música suma un incidente más a su larga lista de desperfectos, que sigue creciendo pese a que el auditorio está cerrado a cal y canto a la espera de que se liciten las obras de rehabilitación. Esta vez ha caído un cascote de escayola del falso techo del vestíbulo derecho, según han confirmado fuentes municipales a Levante-EMV.

El desprendimiento se debe a la condensación de agua procedente del aire acondicionado. Según han asegurado trabajadores del Palau, la mancha era visible días antes del desprendimiento, que se produjo el pasado 8 de septiembre, justo una semana antes de la presentación de la nueva temporada sinfónica, que se celebró en el propio Palau de la Música con la presidenta del auditorio, Glòria Tello y del director del Palau, Vicent Ros.

En el momento de la caída, no estaba presente ningún empleado del auditorio. Fue al día siguiente, al verlo, cuando el personal de mantenimiento pudo arreglar el desconchón. Según fuentes municipales, fue una reparación menor.

El comité de empresa del Palau va a pedir que se revisen todos los sistemas de aire acondicionado para eliminar acumulaciones de agua que acaben provocando nuevos desprendimientos en el edificio.

Los únicos que siguen trabajando en el auditorio actualmente son los empleados de taquilla y de mantenimiento, ya que los músicos de la Orquesta de València ensayan en el edificio anexo, en la sala García Navarro.

Desastre en las salas

El desprendimiento de parte del techo de la Sala Iturbi se produjo en noviembre de 2018. Entonces fue una placa de madera de la cubierta acústica (de entre un metro y medio y dos metros cuadrados de tamaño), situada justo encima de uno de los laterales del anfiteatro. El personal de mantenimiento comprobó que estaba a punto de caer, por lo que procedió a retirarla inmediatamente. Los técnicos comprobaron que el conglomerado de madera se había hinchado debido a una filtración de agua.

Menos de un año después, se produjo la caída del techo de la Sala Rodrigo, lo que supuso el punto y final de la actividad en el auditorio. El desprendimiento tuvo lugar en junio de 2019. Sobre las butacas, cayeron unos ocho metros de paneles de madera, y con ellos muchos focos de luz.

Miembros de los Servicios Centrales Técnicos del Ayuntamiento de València y del estudio de arquitectura Paredes Pedrosa, vinculados al arquitecto del Palau de la Música, José María García de Paredes, visitaron el auditorio tras la caída del techo de la Rodrigo, y concluyeron que el incidente se debió al «deterioro de una parte del material de recubrimiento del techo de la salas». Lo mismo opinaron los bomberos que acudieron al auditorio tras el desprendimiento: el problema eran las humedades originadas por el sistema de climatización de los auditorios.

Aunque el agua no ha sido la única causa de los desperfectos en el Palau. En 2018 comenzó a caerse el revestimiento cerámico de la fachada, instalado en 2009. Este trencadís fue retirado el año pasado. Según informó el consistorio, los desprendimientos fueron consecuencia de una «mala práctica constructiva». Entre las causas estaba la pérdida de adherencia del revestimiento en el paramento por la incompatibilidad del sistema constructivo utilizado con los materiales empleados.

El desconche del vestíbulo, del que ya se hizo eco Levante-EMV ayer, no agrava más la situación del auditorio, sino que recalca el estado del edificio, pendiente hace dos años de una puesta a punto completa. El Ayuntamiento espera adjudicar las obras durante el primer trimestre de 2022. Las obras durarán alrededor de 18 meses, por lo que la programación del Palau no podrá disfrutarse en el auditorio de la Alameda hasta la temporada 2024/2025.

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