Discos de la semana

Shania Twain resurge con descaro y determinación en ‘Queen of me’

La autora del álbum más vendido de todos los tiempos a cargo de una artista femenina conserva el ‘punch’ en su nuevo trabajo, donde pone al día su pop con vestigios country con sentimiento y sentido del humor | Los nuevos elepés de Daily Worker, Los Mejillones Tigre y Lakecia Benjamin, también reseñados

shania

shania / LOUIE BANKS

Jordi Bianciotto - Rafael Tapounet - Roger Roca

[object Object]

Shania Twain 

 Universal

 Pop-country

★★★ 

Hubo un tiempo, tras el cambio de siglo, en que la carrera de Shania Twain parecía despeñada sin remedio, cuando una misteriosa dolencia en las cuerdas vocales resultó tener por nombre ‘enfermedad de Lyme’ y comportar derivadas incapacitantes. Tardó 15 años en volver al estudio de grabación, mayormente rehecha, para entregar un álbum, ‘Now’ (2017), que la recolocó en el mapa como la que siempre fue, la amazona country-pop (más pop que country) con vocación ‘mainstream’ total.

Seis años después, la canadiense, que es, y probablemente seguirá siendo para siempre, la mujer que más copias ha vendido de un disco en todos los tiempos (40 millones de ‘Come on over’, 1997), vuelve con ‘Queen of me’ y una gira de grandes recintos (circunscrita a los mercados ‘anglo’). Entendemos que la base la pondrán sus ‘hits’ de los 90, pero ‘Queen of me’ bien puede colar dignamente unas cuantas canciones en el repertorio.

Vértigo y euforia

Como la que abre el disco, ‘Giddy up!’, que aúna dos trazos distintivos de su obra, el vestigio country bailable y el sentido de la diversión. Llamamiento eufórico a sentir el vértigo de los días, muy propio de ella, con guiños a la música vaquera que siguen respirándose solo vagamente aquí y allá a lo largo del álbum, en las guitarras acústicas de ‘Inhale exhale AIR’ o el trote de ‘Not just a girl’.

Twain es esencialmente una atracción pop, y deshechos sus lazos con el productor Robert ‘Mutt’ Lange (que fue su marido), aprovecha para afilar un poco el sonido con cómplices como Tyler Joseph (Twenty One Pilots). Una voz que ya en otros tiempos, en esos textos de su autoría, deslizaba mensajes de afirmación femenina, a menudo con humor, o recordemos aquel ‘Man! I feel like a woman’ (video-parodia de Robert Palmer) o su mofa y befa de los clichés seductores en ‘That don’t impress me much’ (“¿así que eres Brad Pitt?”). Aquí prima la revalorización del amor propio en el notable tema titular, donde se muestra reina de sí misma, determinada y presta a facturar como Shakira: “No quiero tu dinero, cariño / Tengo mis propias herramientas”.

Aunque llegó a declarar que su voz no ha vuelto a ser la misma desde que se cruzó con la enfermedad, lo cierto es que, entre la rehabilitación y los modernos recursos del estudio, luce aquí tan brillante y expresiva como siempre. Logra incluso que ciertas canciones menores, que las hay, parezcan algo más de lo que son. Entre las mejores, ‘Got it good’, con su tonada instantánea, y el destemplado medio tiempo de cierre, ‘The hardest stone’, donde se amonesta por no haber aprendido todavía lo suficiente sobre los asuntos del corazón. Piezas que contribuirán a poner al día el perfil de una artista que, en los últimos tiempos, ha visto como le salían fans como Harry Styles, Kacey Musgraves o la mismísima Taylor Swift. Jordi Bianciotto

Otros discos de la semana

[object Object]

Daily Worker 

 Bobo Integral Records

 Rock indie

★★★★ 

Harold Whit Williams, poeta laureado y guitarrista de esa institución powerpop llamada Cotton Mather, da continuidad a su carrera en solitario con una decena de canciones de baja fidelidad y alto rendimiento que extienden destartalados cheques al jangle pop de los 80 y el indie rock de los 90 entre perezosas melodías de aire beatle (‘Teenage land’), 'riffs' stonianos (‘Dilettante’), pinceladas de country y psicodelia y hallazgos líricos de altura. Rafael Tapounet

[object Object]

Los Mejillones Tigre 

 Boomerang Records

 Pop-psicodelia

★★★★ 

Cuando todas las fusiones habidas y por haber parecen haber sido exploradas, aparecen estos jienenses manejando cadencias de mambo y son cubano en roce con guitarras garajerasespejismos psicodélicos selváticos y una simpatía yeyé con ecos de Los Brincos. Segundo álbum en el que sigue su feliz desvarío, purgando amores poco cabales en 'Radiación', mofándose de las sectas en 'Vacaciones en Jonestown' y abogando por un "pogo tropical" en 'La cumbia es el nuevo punk'. J. B.

[object Object]

Lakecia Benjamin 

 Whirlwind Recordings

 Jazz

★★★★ 

Tiene la garra de quien ha pisado club, sala de baile y calle, además de academia. La saxofonista Lakecia Benjamin hace esa música para la que se ha buscado un nombre tantas veces. Música espiritual, música hecha desde las entrañas. Mujeres con poderío -Dianne Reeves, Sonia Sanchez, ¡Angela Davis!- ponen palabras a una música que se entiende incluso cuando nadie canta. Es intensa y expresiva, pero también apegada a la tierra: tempos firmes, melodías que quedan en el oído, cadencias de R&B. Esto sale de dentro. Roger Roca

Suscríbete para seguir leyendo