Entrevista

Pilar Roig: "Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla"

«Hemos encontrado sorpresas como anotaciones escritas en la bóveda bajo los paneles que se instalaron en los años sesenta»

La catedrática Pilar Roig, en la Facultad de Bellas Artes de la Universitat  Politècnica de València. | GERMÁN CABALLERO

La catedrática Pilar Roig, en la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València. | GERMÁN CABALLERO / Begoña Jorques. valència

Begoña Jorques

Begoña Jorques

Su firma está en los que son quizás los tres proyectos de restauración de patrimonio más importantes de la ciudad: la Basílica de la Virgen y los de las iglesias de San Nicolás y de los Santos Juanes. Pilar Roig Picazo (València, 1949) es catedrática e investigadora y, sobre todo, una apasionada de su trabajo, una vocación que le viene de niña y de cuna, pues su padre, Luis Roig, fue el primer catedrático en Restauración de España. Su otro padre, el «académico», fue Gianluigi Colalucci, el restaurador de la Capilla Sixtina del Vaticano.

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla»

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla» / Begoña Jorques. valència

¿En qué estado de salud está el patrimonio valenciano?

Gracias a la Fundación Hortensia Herrero está en muy buen estado. Mira San Nicolás, que ha sido increíble; hemos puesto la iglesia en el mapa. Hortensia Herrero se lo ha creído, ha subido al andamio constantemente. Su actitud ha sido modélica porque hay mecenas que dan el dinero y se olvidan. Lo aceptaron todo. Querían restaurar y yo les explicaba que tenían que hacer unos trabajos previos. Pero yo me he pasado la vida haciendo campaña por los Santos Juanes. Tenía la espinita clavada porque llevaba desde los años 90 con ella. Que veas que sabes cómo hacerlo, que has investigado y que te faltan recursos económicos...

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla»

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla» / Begoña Jorques. valència

Quizás las instituciones públicas podrían haber hecho más.

Por supuesto. De todos modos, la restauración de la Basílica fue posible por una fundación donde estaban todas las instituciones. Ya que la Basílica se creó por aportación popular, se puso en marcha una iniciativa por la que los ciudadanos podían dar una aportación y a cambio recibir un documento que acreditara esta ayuda. También hubo gente que donó joyas.

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla»

«Santos Juanes va a ser espectacular, pero la huella de la historia está ahí y hay que respetarla» / Begoña Jorques. valència

¿Se mima a los mecenas?

Más mimo con ellos no puedo tener (risas), pero parece mentira que haya ciertos comentarios. El Palacio de Valeriola va a ser increíble para València. Han recuperado un palacio que tiene judería, colindante con San Juan del Hospital, con tesoros. No sé por qué surgen esas voces.

¿Y la ley de mecenazgo?

Falta la famosa ley de mecenazgo, que no sale, no hay derecho.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos por el patrimonio?

Por lo menos, respetarlo y valorarlo. Soy partidaria de dar conferencias, charlas, con niños. Es fundamental que desde pequeños valoren el patrimonio, lo defiendan y protejan y no hagan barbaridades.

¿Cómo ha repercutido la restricción de tráfico en el centro?

Poder ver las fachadas, andar tranquilo por las calles es una maravilla. En Santos Juanes ahora da gusto ver el conjunto, la Lonja, el Mercado Central. Ha cambiado a mejor.

¿Cómo avanza el trabajo en Santos Juanes?

Estamos muy contentos porque sale según nuestros planes. Estas navidades hemos conseguido trasladar el andamio a la siguiente fase. Esto es muy gratificante. Ahora se ve la primera fase y parte de la segunda. Además, hemos puesto un televisor para que se entienda lo que estamos haciendo. Hay un trabajazo impresionante.

¿Se han llevado alguna sorpresa?

Sí. Al desprender los paneles que se pusieron en los años 60 hemos descubierto que no hicieron ningún informe ni documento, pero habían dejado anotaciones en la bóveda. Hay fechas, nombres,... Hemos hecho fotos de todo.

¿Cuándo tiene previsto terminar?

La idea es acabar hacia el verano de 2025, pero nos podemos llevar sorpresas. Por ejemplo, ¿quién nos iba a decir que nos íbamos a encontrar en San Nicolás con la pintura que representaba a la Santa Madre Iglesia en el muro hastial cuando estaba todo súper controlado? Estaba todo negro, vas restaurando y vas encontrando.

¿Cómo va a ser Santos Juanes?

Santos Juanes está siendo y va a ser espectacular. Todo el mundo está deseando ver a Palomino, pero también están las esculturas, que creo que la gente no lo ha valorado suficiente. Toda la parte de abajo de las esculturas, las alegorías, las tribus de Israel,... todo eso tiene un valor importantísimo y único en València. Cuando descubramos las pinturas de Palomino con la decoración en blanco y oro va a ser impresionante.

¿Más que San Nicolás?

Es que es otra historia. No podemos comparar. San Nicolás no se quemó. No es lo mismo entrar en una iglesia que no ha tenido fuego. En Santos Juanes hay un problema que no se puede evitar. El fuego hizo que pigmentos naturales se convirtieran en tostados, se apagaron colores,... No podemos evitarlo y no queremos evitarlo porque la huella de la historia está ahí y debemos respetarla. Hemos sido respetuosos con los restos de Palomino, porque hemos de ser humildes. No se puede dejar como si estuviera recién pintado. Nos hemos llevado sorpresas de ver que bajo el humo aún había color. Hemos de ser respetuosos con lo que queda, bajar nuestros humos científicos.

¿Qué siente cuando ve a la gente maravillada en San Nicolás?

Me encanta. Hemos hecho siempre exposiciones de nuestros trabajos para que todo el mundo sepa lo que hemos hecho. Me gusta meterme entre la gente porque te das cuenta de que valoran tu trabajo. Esa sensación de mezclarte entre el público es muy bonita, da satisfacción saber que estás haciendo algo por la sociedad y que nuestros nietos van a poder contemplarlo. El patrimonio si no se cuida se va deteriorando. Ya no solo estás descubriendo obras originales que no se veían, sino que también estás protegiéndolo. Esto es muy importante porque es la conservación preventiva, tiene que haber un mantenimiento. Si después de dejarte la piel con un equipo impresionante te olvidas, el tiempo no perdona.

Y que el propio restaurador de la Capilla Sixtina del Vaticano la llamara «la Capilla Sixtina valenciana» dice mucho.

Con el restaurador de la Capilla Sixtina hemos tenido una relación intensa. Nos fuimos cargados con los dos volúmenes de los trabajos previos de la Basílica hasta El Vaticano. Colalucci estaba en la fase final de la Sixtina, con El Juicio Final, y queríamos que nos asesorara. Cuando llegó a San Nicolás estábamos en la primera fase y me preguntó que dónde me había metido y me dio ánimos. Vino más adelante y ya se veía la obra más acabada y, a la tercera visita, muy cerca ya del final, fue cuando dijo «¡viva la Capilla Sixtina valenciana!». Le salió del alma.

Ha restaurado la Basílica, San Nicolás y Santos Juanes. Le van los grandes retos.

Hemos sido unos privilegiados y hemos tenido una enorme suerte de estar en esos proyectos. Primero acabamos la Basílica, aunque ya estábamos con Santos Juanes. Todo eso hizo que la gente nos conociera. En ese tiempo se celebraba un festejo de la Virgen y pensaron que lo mejor era arreglar la casa de la Virgen. Y ahora, con la conmemoración de la Coronación, estamos preparando una publicación con todo lo que hicimos.

¿Alguno es su «niña bonita»?

Cada uno es favorito por algo, no puedo elegir. La Basílica me pareció increíble: estar en un andamio aéreo por primera vez, esos 600 m² para nosotros solos, todo era novedoso e impresionante. Luego, los Santos Juanes ¿cómo no va a ser de mis proyectos favoritos si mi padre murió trabajando allí? Restauró la Capilla de la Comunión y pensé que alguien tenía que continuar. Santos Juanes era una deuda con mi padre. Un tema curioso es que a mi padre le ayudó José Luis Regidor, y ahora a mí me ayuda su hijo. A Santos Juanes me une un vínculo afectivo sentimental que no puedo ni quiero evitar porque todo lo que he hecho en mi vida se lo he dedicado a mi padre.

Lo suyo viene de familia.

Es una saga. Mi abuelo tenía en 1900 un taller artesanal de reproducción de objetos artísticos en la plaza del Portal Nou. Allí estaba mi abuelo, mi padre, mi tío, mi primo... Yo era muy pequeña pero no me perdía una reunión. El barrio del Carmen era maravilloso porque estaba lleno de artesanos. Era un sitio de encuentro. Desde muy pequeña me pegué a mi padre, que iba a tertulias en el Talia, que antes era la Casa de los Obreros. Me iba con él los domingos y me sentaba en una sillita a escuchar. Una anécdota: en la riada del 57 la casa de las Rocas, que está al lado del río, se llenó de barro. Mi padre las restauró y yo, con ocho años, era muy pesada y le insistía en que quería hacer algo. Me dejó limpiar el pelo de una de ellas, que representaba a Eva, con un algodoncito.

¿Cuál es su próximo proyecto?

¡Hay tantas cosas! Tengo una lista que no puedo contar. Pero yo voy soltando.

Santos Juanes, San Nicolás y la Basílica de la Virgen han sido tres de los grandes proyectos de Pilar Roig en València.

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