El mayor experto en Enric Valor aconsejó no eliminar la violencia machista en «Peret»

Vicent Brotons evita hablar de «censura» editorial en la supresión de un fragmento en una «rondalla», pero defiende mantener episodios de este tipo para crear «espíritu crítico»

Enric Valor

Enric Valor / Enric Valor

Voro Contreras

Voro Contreras

La supresión de un episodio de violencia machista que ha realizado la Editorial del Bullent en la adaptación infantil realizada por Jordi Raül Verdú de una rondalla de Enric Valor, es un hecho «anecdótico» que, no obstante, elimina la posibilidad de fomentar el «espíritu crítico» de los jóvenes lectores sobre un tema de actualidad.

Así lo cree el filólogo y profesor Vicent Brotons, considerado como el mayor experto en la obra del escritor de Castalla. Por esta condición, la responsable del Bullent, Núria Sendra, le consultó a Brotons la conveniencia de suprimir en Peret el asesinato de una mujer a manos de su pareja. «Aconsejé que no se hiciera. Yo no hubiera hecho desaparecer este fragmento», explica. 

Buena intención

«Hay muy buena intención por parte de la editora, que entendió que no era oportuno incluir un elemento que parece distorsionar el carácter educativo de la rondalla», señala Brotons, quien subraya que esta decisión «no altera en absoluto la magnífica labor de adaptación de Valor para los más jóvenes que está haciendo Verdú ni la difusión de la obra que está haciendo la editorial».

Brotons prefiere no hablar de un episodio de «censura» ni quiere compararlo con las modificaciones y eliminaciones que se han querido llevar a cabo, por ejemplo, en las reediciones de Roald Dahl: «Como vivimos en un tiempos de violencia contra la mujer que se quiere combatir, se puede confundir lo que ha hecho la editora con una censura, cuando realmente ha sido pensar que ese episodio no era provechoso para los niños». 

«Yo, en cambio, creo que se ha de leer todo y crear un espíritu crítico entre los niños», ha añadido el filólogo, quien también ha recordado que Enric Valor, como adaptador que era de las rondalles tradicionales, también las «suavizaba» para hacerlas menos escatológicas: «Era un hombre de elegancia extrema».

«Me duele la polémica»

«Me duele que Valor sea noticia por una polémica como esta. Debería serlo por ser el gran prosista de las letras valencianas contemporáneas», lamenta por su parte Joan Borja, otro de los principales expertos en la obra del autor de las «Rondalles», quien apunta como posible origen de esta polémica la nota incluida al final del libro en la que Sendra justifica la eliminación del fragmento por la proliferación de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas. 

«Si yo hubiera sido el editor tal vez me hubiera ahorrado el riesgo de que alguien pudiese realizar inferencias extemporáneas sobre el supuesto ‘feminicidio’ del relato de Valor, que a fin de cuentas no deja de ser un cuento popular». No obstante, Borja asegura que, en este episodio, la razón «no está ni con unos ni con otros». Recuerda que lo que ha publicado Bullent no es un texto de Valor, sino de Jordi Raül Verdú para el público infantil, y que ambos se han dedicado a actualizar una vieja historia universalmente tipificada con el código ATU 1539, que también han contado fineses, daneses, mexicano... 

Borja considera que ni Valor había «perpetrado una historia sobre un feminicidio» ni la editorial «ha traicionado» su espíritu, «como tampoco creo que los dibujos de los Mosqueperros traicionaran el de Dumas». «Al final -resume- hay una voluntad de hacer una adaptación de las Rondalles para niños de primaria. Pero si para algo sirve la literatura es para vivir otras vidas ilimitadamente; y lo que vivimos en la literatura, por suerte, no se puede regular por el código civil».

«Valor cambió una rondalla original para que una mujer no se tirara pedos por la boca»

La profesora y experta en literatura infantil, Gemma Lluch, considera la adaptación de la rondalla de Enric Valor, sin el episodio de violencia doméstica, como un ejemplo más de una práctica literaria que se viene realizando desde siempre: «La narración oral es un esqueleto que cada adaptador adapta a un público y un momento concretos».

Lluch considera necesario que los niños y niñas descubran en los relatos personajes negativos y situaciones malas para tener un aprendizaje de la vida. Pero también defiende que la eliminación de un pasaje es una «decisión editorial» legítima, que se habrá hecho con el visto bueno del responsable de la adaptación (Verdú) y de los herederos de Valor.

En este sentido, también Lluch ha recordado que el escritor de Castalla solía cambiar algunas cosas de las rondallas originales tradicionales que él mismo adaptaba. «En una rondalla una mujer era castigada a tirar pedos por la boca. Él lo cambio para que, en vez de pedos, tirara fuego. Cuando Rosa Serrano y yo le preguntamos, nos contestó que una mujer valenciana nunca podía tirarse pedos por la boca».

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