Razones por las que montar una librería en València

Cuatro jóvenes fundan Praxis para ofrecer lecturas a su generación y, con Arribada, Héctor se juega los ahorros para abrir un espacio de libros e ideas

Sol, Gerardo, Rafael yAna en la nueva libreríaPraxis en la calle Avellanes. |   M.A.MONTESINOS

Sol, Gerardo, Rafael yAna en la nueva libreríaPraxis en la calle Avellanes. | M.A.MONTESINOS / Voro Contreras. lugar

Voro Contreras

Voro Contreras

Ya lo advertía hace unas semanas el presidente del Gremi de Llibrers de València, Juan Pedro Font de Mora:«En este mundo en el que hay pantallas por todas partes y muchos podían prever que las librerías desaparecerían, está sucediendo lo contrario: se abren librerías en los barrios y los pueblos y las abre gente joven y con ganas de hacer muchas actividades dentro de sus librerías».

Y las cifras y los hechos dan fundamento a la advertencia de Font de Mora.

22 nuevas librerías

Las cifras: al acabar el año 2019 el Gremi de Llibrers contaba con 62 librerías asociadas. Lejos de suponer un freno para el sector, la pandemia impulsó el negocio de la venta de libros y a finales de 2020 ya eran 74 las librerías agremiadas. La cifra aún aumento hasta 77 a finales de 2021 y a 80 al acabar 2022. Actualmente ya son 84 las librerías que forman parte del Gremi al haberse unido en estos últimos meses cuatro más desde l’Eliana, Ontinyent, Catarroja y Castelló.

Y los hechos: la pasada semana se inauguró Praxis en una antigua tintorería de la calle Avellanes de València. Se trata de una librería y biblioteca asociativa (sus socios pueden tomar libros prestados) gestionada por cuatro jóvenes -Sol, Gerardo, Rafael y Ana- sin apenas experiencia previa en este negocio pero sí mucha inquietud cultural.

De la amistad a la venta de libros

Varios de los socios de Praxis se conocieron en Electropura, uno de los espacios musicales más conocidos de València que también frecuentan los amigos y amigas que han colaborado en la apertura de la librería e incluso se han arremangado para construir la estantería de obra que actúa como eje del negocio. «Praxis nace primero la amistad y luego la voluntad de hacer el proyecto todos juntos, por situación, amor a la literatura, oportunidad y por hacer un proyecto por y para jóvenes de València», explica Ana.

La librería cuenta actualmente con unos mil títulos en el catálogo, muchos de ellos de segunda mano y seleccionados atendiendo muchas veces al «nicho» literario preferido de los libreros. «Estamos especializados en arte, literatura y ensayo, pero cada miembro ha traído sus gustos más específicos -revela Ana-. A mí, por ejemplo, me interesa mucho la crítica del arte y la literatura experimental, sobre todo feminista».

Inauguración de Praxis hace dos semanas.

Inauguración de Praxis hace dos semanas. / Fernando Rincón

Esta diversidad de temas es una de las bazas con las que juega Praxis para asentar su negocio. «Al enfocarlo a gente joven y siendo gente joven la que hemos montado la librería, creo que hay gustos más concretos que se están desarrollando y a los que nosotros podemos llegar sin necesidad de tener una librería muy grande para hacerlo», cuenta Ana.

Pero, como apuntaba el presidente del Gremi de Llibrers, Praxis, como otras nuevas librerías que se están abriendo en los barrios y los municipios valencianos, quiere ser algo más que un lugar en el que vender y comprar libros. El nuevo negocio de la calle Avellanes también quiere acoger charlas, exposiciones, clubes de lectura o proyecciones de películas, cortos o incluso capítulos de series. «La semana que viene queremos proyectar el último capítulo de Succesion», revela Ana.

Espacios culturales

«Desde el principio hemos abierto con una exposición porque queremos también apoyar a los artistas locales y organizar muchos eventos -añade-. Queremos que Praxis sea espacio en el que la gente pueda encontrar un lugar en el que compartir gustos e intereses culturales e intelectuales».

También Héctor Gómez quiere que Arribada, la librería que va abrir en las próximas semanas en la calle de la Hiedra, cerca del Mercat Central, sea también un «nuevo espacio para el intercambio de ideas» en el centro de València. Licenciado en Historia del Arte y hasta hace unos meses responsable del Aula de Cinema de la Universitat de València, Gómez ha decidido unificar en un pago único la prestación por desempleo e invertirlo en su viejo sueño de abrir una librería.

«Siempre que he pensado en cuál sería mi trabajo ideal he pensado en una librería. No solo para vender libros, sino también para orientar y compartir y en el que la gente se sienta cómoda para leer, debatir ideas, discutir y aprender. Que la experiencia vaya de algo más que comprar un libro. Y ahora se ha dado la situación para jugármela y cumplir este sueño», resume.

Como sus compañeros de Praxis, también Gómez quiere que Arribada sea de alguna forma un reflejo de sus inquietudes (y las de su familia). «Me gustaría abrir una librería donde lo más importante sea la narrativa independiente -explica-. No tanto los bestseller, sino las publicaciones de editoriales más selectas que yo conozca. Y mucho ensayo político de izquierdas, feminista y en valenciano. Además, tendrá una parte infantil que quiere encargarse de gestionar mi hija de 10 años».

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