El FIB, ciudad de vacaciones (y de música)

Vetusta Morla, Viva Suecia, The Wombats y Wet Leg abrirán el jueves la edición número 27 del histórico festival de Benicàssim, que busca repetir el «récord» de 180.000 asistentes de 2021 y que sigue apostando por los abonos baratos y el público nacional

Voro Contreras

Voro Contreras

Cuando en 1995 el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) celebró su primera edición en el velódromo de la localidad castellonense, hacía un año que The Offspring habían publicado aquel disco llamado Smash (el tercero de su carrera) que les daría la fama mundial. 

Seguramente, la mayoría de los 8.000 indies «originales» que acudieron al primer FIB atraídos por The Charlantans, The Jesus and Mary Chain o Los Planetas, ya escuchaban entonces con recelo, burla o, en el mejor caso, condescendencia esas canciones de punk-pop chillón y pegajoso como «Come out and play» o «Self steem» que facturaban los californianos. 

Pero hoy ya no quedan indies en el FIB y The Offspring son la gran apuesta del festival para la edición de 2023 que empieza este jueves con la actuación a partir de las 19.00 horas de The Wombats, a los que seguirán Wet Leg, Vetusta Morla, Viva Suecia y Sigala. 

Popularidad recuperada

Desde 1995 la música en general y el FIB en particular han cambiado mucho (en cambio, los Offspring siguen más o menos igual), pero el festival ha logrado recuperar la popularidad que alcanzó casi desde su primera edición, y que afianzó en su época dorada desde finales de los 90 hasta la segunda década de los 2000 con nombres míticos como los de Blur, Bjoörk, Radiohead, Kraftwerk, PJ Harvey, The Cure, Nick Cave, Morrisey, Arctick Monkeys, Amy Winehouse, Leonard Cohen, Oasis, Bob Dylan, Depeche Mode o Lou Reed. 

Ya hace tiempo que el primer gran festival valenciano no conforma carteles con esa entidad y, pese a eso, el año pasado, en la primera edición después del coronavirus y con The Music Republic como promotora, unas 180.000 personas acudieron a las cuatro jornadas de conciertos. 

Una cifra superior a la de los tres o cuatro años anteriores a la pandemia (en 2019 fueron 114.000) y que en esta edición, la que hace ya 27, con los abonos agotados desde hace semanas pero aún con entradas de día por vender, parece que será similar.

Montaje del FIBen Benicàssim, quese celebra estasemana.

Montaje del FIBen Benicàssim, quese celebra estasemana. / Eva Bellido

Experiencia vacacional

Así pues, con casi tres décadas a sus espaldas y con un calendario y un mapa ibérico repleto de competencia festivalera, parece claro que el FIB de la nueva era (su nueva era) se ha consolidado, aunque para ello haya aceptado jugar en un división diferente a la de los Primavera Sound, Mad Cool o BBK Live. 

Un logro en el que tiene mucho que ver el modelo de precios asequibles (al menos, en comparación con otros festivales históricos) aplicado por The Music Republic a la hora de vender los abonos de las dos ediciones que hasta ahora ha organizado, algo que atrae a un público seguramente más ávido de experiencias vacacionales que artísticas. 

La nueva propietaria -la empresa de los valencianos David y Toño Hernández anunció que había comprado el festival tras finalizar la edición de 2019- sigue apostando también por un festival de «cercanías», dirigido al público nacional, que en 2022 supuso el 75 % del total. Quizá aún queda lejos la identidad «internacional» que le dio algo más que la I al nombre del FIB, pero -al igual que el pasado año- cuatro de cada diez artistas que se subirán a los dos escenarios principales son extranjeros. 

Además de The Offspring, que actuarán en la jornada del viernes (precedidos por los ingleses Kaiser Chiefs y seguidos por Orbital), los otros grandes atractivos foráneos de esta edición son los escoceses Franz Ferdinand (el sábado a las 23.50 horas), tras los cuales actuarán la sueca Zara Larsson y los belgas 2manydjs. Y el domingo llegarán los ingleses Bastille y el combo hispanobritánico Crystal Fighters. Son, como se puede ver, propuestas musicales bastante festivas y saltarinas, con apego al rock más o menos clásico y la electrónica para ir cerrando cada jornada.

Recogida de acreditaciones el martes en el recinto del FIB.

Recogida de acreditaciones el martes en el recinto del FIB. / Eva Bellido

Inyección económica

De momento, la adquisión el pasado año de la promotora del FIB, del Arenal y de Les Arts por un fondo estadounidense no parece haber tenido especial repercusión en este sentido: el peso musical del FIB es claramente nacional y cercano, con varios de los nombres habituales en el circuito de festivales veraniego y, especialmente, en los certámenes que gestiona The Music Republic: La La Love You y La Casa Azul el viernes; Ginebras, Rufus T. Firefly, Sidonie y Amaia el sábado; Iván Ferreiro, La M.O.D.A., Shinova, Depedro, Belako y Amatria el domingo...  

En cuanto a la presencia valenciana, esta se limita en el segundo de los escenarios principales a Jimena Amarillo y Ley DJ el viernes y a Ciudad Jara el domingo, y a distintas propuestas de bandas y DJ en las carpas más pequeñas.

Por contra, la administración local y autonómica sigue apoyando éste y los otros festivales que se celebran en Benicàssim. El FIB estrenará nuevas infraestructuras que desde ayer empiezan a ocupar los «fibers», como es el vallado que asegura todo el perímetro gracias a una inversión de más de 200.000 euros entre el Ayuntamiento y la Diputación de Castellón. 

La actuación forma parte de un ambicioso plan de renovación y modernización del recinto que el FIB inauguró en 1998 y que el consistorio adquirió por más de tres millones de euros los terrenos para terminar con los alquileres y poder invertir en infraestructuras fijas que permitan la celebración de eventos todo el año. El plan para consolidar y modernizar el recinto de festivales del FIB supone una inversión de dos millones provenientes del Plan Territorial de Sostenibilidad Turística del Gobierno y de 1,5 millones de Turisme Comunitat Valenciana.

Los "fibers" empiezan a llegar al FIB.

Los "fibers" empiezan a llegar al FIB. / Eva Bellido