Christian Dior, Givenchy o Coco Chanel admiraban a Balenciaga. De él decían que era un genip. Y, en casa del genio, dónde se expone el legado del autor del traje de novia de la reina Fabiola de Bélgica o de muchos de los vestidos diseñados para la princesa de Mónaco, Grace Kelly presentará mañana Isabel Sanchis una retrospectiva inédita compuesta por medio centenar de propuestas construidas a través de piezas espectaculares, cargadas de volúmenes, texturas y tejidos de alta costura. Además, la firma valenciana complementará la muestra, con la presentación de algunas de sus creaciones más icónicas rescatadas única y exclusivamente para su participación en el Museo Balenciaga.
El desfile será una lección de moda, artesanía y saber hacer. Obras de arte sobre una pasarela de 30 metros. Un ‘made in Spain’ que actualmente ha conquistado a la industria nacional y a parte del panorama internacional por su delicadeza y sofisticación.
Referente de la alta costura
Isabel Sanchis nació en València en 1956. Durante su adolescencia, realizaba diversos diseños para sus amigas y pronto abrió un pequeño taller donde confeccionaba prendas a medida. Fue, en 1990, cuando presentó su primera colección y empezó a trabajar con tiendas cercanas a su lugar de residencia, y muy pronto comenzó una próspera expansión a nivel nacional, llegando cada vez a más puntos de venta de boutiques especializadas.
En estos momento, la marca tiene presencia través de su asistencia a ferias internacionales de moda en NuevaYork, en Barcelona participando en la Bridal Fashion Week,en la MBFWM, y en Paris, donde presenta sus dos colecciones anuales de Primavera-Verano y Otoño-Invierno, en el Showroom privado que organiza en el exclusivo hotel Ritz, en el que acuden sus clientes nacionales e internacionales.
Isabel Sanchis cuenta también con boutiques propias en Kuwait, su flagship store en Valencia, y con una proyección de más aperturas en diversas ciudades.
El resultado es la creación de vestidos más cercanos a la alta costura que al prêt-à-porter teniendo como objetivo hacer ver y sentir la importancia de las prendas bien hechas.