Roto el acuerdo para reiniciar el nuevo Mestalla, parado desde 2009, y sin un plan definido para hacer frente a los 200 millones de euros del préstamo con Bankia que vence en diciembre, Manuel Llorente quiso "tranquilizar" a la afición valencianista defendiendo sus tres años de gestión como garantía de una futura solución. Es decir, haber reducido de 550 a 346 millones la deuda del club, con la venta de jugadores por 190 millones como eje principal. El presidente, sin entrar en detalles sobre cuál va a ser la hoja de ruta a seguir, más allá de la intención de refinanciar el crédito, responsabilizó a "la situación que atraviesa el país" y las consecuencias de la nacionalización de Bankia como los factores desencadenantes de la rotura de "la promesa" del protocolo de intenciones firmado en diciembre de 2011.

El delicado nuevo escenario no cambia el discurso mantenido por Llorente en los últimos meses. "La viabilidad del club es total", repitió. Se insiste en que el objetivo es acabar el futuro estadio -"tenemos prisa por mudarnos"- y se reitera que la situación financiera del club, "respaldada por todas las instituciones", dista mucho de ser dramática. Al punto que, según el máximo mandatario, "en la última semana de agosto tuvimos la posibilidad de operaciones de venta por valor de 50 millones y no los vendimos", en probable alusión a Soldado, Rami y Feghouli: "Mi gran preocupación es el partido contra el Mallorca", remató.

Con Newcoval fuera del acuerdo, Llorente centró su intervención de tres cuartos de hora en destacar que la operación ha pasado de ser "inmobiliaria" a "estrictamente financiera". Si bien en un primer momento no se recibió con agrado que Bankia descartara la primera operación, tras rechazar aumentar sus activos inmobiliarios quedándose el viejo Mestalla a cambio de liquidar la deuda de 243 millones, el Valencia está condenado a entenderse con la entidad financiera, que pasará a marcar las pautas de la renegociación del préstamo de 200 millones: "Tenemos que respetar la decisión de Bankia porque tenemos que llevarnos bien con ellos", manifestó, con un toque de resignación. La regularidad hasta el momento del Valencia en los pagos invita a pensar en "la total confianza en la sensibilidad que Bankia ha tenido con el Valencia" para pensar en que el banco no pedirá más avales ni que subirá los intereses de los créditos que el club pretende rebajar.

Al ser preguntado por si se precipitó en anunciar la reanudación de las obras, Llorente recordó que el plan fue alabado por Rodrigo Rato, por entonces presidente de Bankia, en una reunión en Valencia ante 300 empresarios: "Estamos buscando las mejores soluciones, que para nosotros pasan por finalizar la construcción del nuevo campo. Hemos pasado a otra línea. Este club está mucho más saneado y es más solvente que hace tres años", añadió. Llorente defendió la gestión de su consejo y recordó que gracias a ella cuentan con la confianza de las instituciones financieras, deportivas y políticas. "Que nadie ponga en duda la credibilidad de este consejo de administración, ni su capacidad para cumplir objetivos. Hace tres años había una deuda que hemos reducido en doscientos millones de euros. Anteriormente se perdía dinero en cantidades industriales y últimamente hemos equilibrado las cuentas de resultados", dijo. "No tenemos ninguna preocupación con el pago del crédito del mes de diciembre porque estamos buscando soluciones de reestructuración financiera con Bankia", aseguró.

"El planteamiento que se hizo en su día era bueno para Bankia y para nosotros y ahora seguimos trabajando para conseguir un nuevo marco que sea bueno para todos. No vamos a incumplir con nuestras obligaciones, ni con lo que hemos pactado: nunca lo hemos hecho en los tres últimos años. A veces los planes no se realizan. Nosotros vivimos en esa economía real: no estamos metidos en una burbuja", ilustró.

Sólo el estadio

Con esta tesitura, una de las primeras hipótesis sería renegociar la deuda a muy largo plazo, a diez, quince o incluso veinte años. Además, la única prioridad pasa a ser el estadio y no está previsto utilizar la ciudad deportiva de Paterna dentro de las actuaciones futuras. Cabe recordar que el Valencia tiene un préstamo de 219 millones con Bankia y otro de 25 con el Banco de Valencia. Están vencidos desde el pasado mes de junio y se prorrogaron hasta diciembre con el viejo Mestalla como aval. Newcoval iba a comprar el solar de Mestalla, la torre del terciario y la ciudad deportiva de Paterna por 304 millones. Con la adquisición de todos esos activos inmobiliarios, Bankia todavía debía aportar otro préstamo de 180 millones para acabar de construir el nuevo recinto.

"La realidad es la que es" y seguirán los grandes traspasos

La regeneración financiera deberá ir aparejada del cumplimiento de objetivos deportivos, que garanticen la viabilidad económica con la participación cada temporada en la Liga de Campeones. Un objetivo de alta dificultad ya que, con el nuevo escenario económico, Manuel Llorente afirmó que el club todavía tendrá que seguir con la venta de jugadores, tal y como ha hecho en los últimos años con Villa, Silva, Mata, Albiol, Joaquín o Jordi Alba. Los beneficios que se saquen de la Champions agudizarán o relativizarán la necesidad de vender: "La venta de futbolistas es necesaria en todos los clubes". Reconoció que le da "mucha envidia" ver a Silva en el Manchester City, a Jordi Alba en el Barcelona o a Juan Mata en el Chelsea, pero la realidad "es la que es y todavía va a costar mucho salir de esta situación".