Desde hoy mismo y hasta segundos antes de que suenen las campanadas de fin de año (hasta las 23.59 horas del 31 de diciembre) hay de plazo para enviar un dossier que puede cumplir un sueño casi imposible: ser deportista y no morir en el intento. Los de la Comunitat Valenciana tienen, desde el pasado mes de junio, un estímulo donde más falta les hace: en la cuenta de corriente. Cantidades moderadas que tienen como objetivo no vivir del deporte, pero sí poder dedicarse con un punto más de desahogo. O empezar a encauzar los esfuerzos hacia ese objetivo. Un estímulo para creer en lo que se está haciendo sabiendo que es bueno.

Antes de empezar el verano, Juan Roig presentó el proyecto FER, un mecenazgo en toda regla, creado mucho antes de que la tan deseada ley aparezca por alguna parte. La desestimación del proyecto Madrid 2020 ha hecho cundir el pánico entre los deportistas, que ven en serio peligro su futuro. No en vano, aunque finalmente no ha habido recorte, el reparto llega a donde llega, que no es muy lejos. Y en la Comunitat Valenciana las cosas no están precisamente mucho mejor, a cola de pelotón en lo que se refiere a ayudas institucionales.

Razones de peso para que las becas FER (Foment Esportistas amb Reptes) se haya convertido en un particular Plan ADO valenciano, promovido desde la esfera privada, la del empresario valenciano, que si lleva ya muchos años con la mirada puesta en el deporte de la canasta, ahora también ha diversificado a través de la fundación, tanto con la celebración de eventos de atletismo popular un nicho donde han catapultado el maratón y el medio maratón de Valencia como con esta iniciativa de nuevo cuño.

Si en su primera edición, el proyecto FER recompensó a veinte deportistas, las bases para 2014 multiplican por tres los posibles beneficiarios. Hay quince becas para deportistas de élite, quince para el grupo de figuras «en potencia» y treinta para las promesas, incluidas en el apartado «Vivero».

El premio para cada apartado es de doce mil, seis mil y nueve cientos euros. En términos deportivos, un estímulo más que importante. Las cantidades para 2014 supondrían un desembolso para la Fundación Trinidad Alfondo de casi 300.000 euros, un cincuenta por ciento más que en la edición vigente.

La ética, importantísima

Los deportistas tienen que presentar su currículum, que pasa por cumplir determinados objetivos de competición, además de incuestionables requisitos éticos, incluyendo el compromiso de continuar con el entrenamiento, no estar sancionado por dopaje (faltaría más) y un aspecto intangible pero que es palabra de honor en el ideario de Juan Roig: «que destaquen por sus valores, esfuerzo y superación». Y este factor no es cualquier cosa: una comisión evaluadora será la encargada de confirmar la asignación y, en caso de que las solicitudes superen el número máximo de becas, este concepto será el que decida.

Y otro aspecto no menos importante de estas ayudas es que los beneficiarios son deportistas sin el futuro solucionado: sus ingresos derivados de la práctica deportiva no pueden superar los 1.935 euros al mes (tres veces el salario mínimo interprofesional).

Esa condición de ayuda para deportistas de alta competición y promesas propició que, en la edición de 2014, hubiera deportistas bastante conocidos en el ámbito polideportivo: Mónica Merenciano, Anna Sanchis, Ricardo Ten, David Casinos el que mejores resultados ha cosechado durante el ejercicio... y otros más anónimos, pero a los que se espera en el futuro: Ana Garijo, Nerea García, Mar Manrique, Adrián Pérez...

Casos como el de Laura Gómez y el Valencia Club de Judo son emblemáticos, puesto que han puesto en la élite nacional e internacional al judo valenciano y la ayuda (lo recibe ella a título individual y el club como colectivo) es un particular agua de mayo. O el Club Atletismo Alicante, uno de los grandes perjudicados por la caída de los patrocinadores.

Los agraciados tienen que comprometerse a transmitir con su conducta los valores del juego limpio y la Cultura del Esfuerzo. El logotipo que lucirán en su equipaje se convertirá en una marca de calidad y en un motivo para ver la práctica de deportes con otro ánimo.