La madurez con la que juega Gayà sorprende hasta al propio técnico cuando dice que parece que lleva varios años jugando en el primer equipo. «Entrenó unas ocho veces con nosotros y parece que lleva tres años con el equipo, tiene mucha personalidad», aseguró el técnico en referencia al lateral izquierdo de Pedreguer. Sin complejos, el futbolista tomó las decisiones con criterio, siempre con esa mentalidad de ser vertical, tocando en corto cuando era la mejor opción o buscando la linea de fondo si veía espacios para nutrir de balones al área. Siempre con una tranquilidad que asombra.

Gayà debutó la temporada pasada con el primer equipo en un partido de Copa frente al Llagostera y Djukic le alineó ante el Kuban, una vez el equipo ya estaba clasificado para la segunda fase. Con Pizzi aún no había jugado y aprovechando las pequeñas molestias que tenía Bernat le llevaron al once inicial. Su rendimiento fue muy bueno, como destacó el técnico al acabar. La madurez que tiene le lleva a jugar como si estuviera jugando con sus amigos.

En defensa optó por aguantar siempre al rival, sin entrar de golpe. A los 14 minutos se presentó por primera vez al ataque, pero su centro no conectó con ningún compañero. Siete minutos después volvió a aprovechar una diagonal de Fede hacia dentro para doblarle y subir por la banda, el centro esta vez lo recibió Vargas, con el que combinó después para otro centro peligroso al área en el minuto 54. Después de ver su rendimiento, el preparador argentino sabe que puede contar con él, porque parece que lleva toda una vida jugando en el equipo. Con Fede se entendió muy bien, aprovechando que el año pasado jugaron ambos en el filial.