Después de meses de incertidumbre y de vacío tras la salida de Juan Antonio Orenga, se desveló la incógnita. Sergio Scariolo es el elegido por la Federación Española de Baloncesto para llevar a la selección a lo más alto de Europa este verano y, en consecuencia, a los Juegos Olímpicos de 2016. El técnico italiano toma de nuevo las riendas del combinado nacional después de conseguir dos medallas de oro europeas y una plata olímpica en su primera etapa como seleccionador. Pero tras su salida, la trayectoria de la selección ha sido otra y, por tanto, el reto es mayúsculo.

Entre 2009 y 2012, Scariolo fue el artífice de los mejores años de la historia de España, pero no lo hizo solo. A su lado contaba con la mejor ornada de jugadores que había dado este país. Y así, hasta lo más difícil se hacía fácil. Sin embargo, ahora la situación es diferente y, a priori, no parece nada sencilla. Scariolo cogió ayer a un equipo que decepcionó en el mundial del pasado verano y que llega a este Eurobasket con los deberes por hacer y con muchas incógnitas en cuanto a los jugadores que acudirán a la cita.

Con ese panorama, el reto de Scariolo es clasificar al equipo para los Juegos de Río de Janeiro de 2016, fecha que presumiblemente marcará el fin de ciclo de una selección de ensueño. Una medalla olímpica sería el broche de oro para jugadores como Pau Gasol o Juan Carlos Navarro, pero despedirse en lo más alto dependerá de lo que haga España en el Eurobasket de septiembre, donde acudirá sin dos de sus principales referencias, Ricky Rubio y José Manuel Calderón, y con la incógnita de los NBA Marc Gasol o Sergy Ibaka. Juan Carlos Navarro tampoco tiene asegurada su participación debido a sus problemas físicos y es ahí donde entra en juego el escolta del Valencia Basket, Pau Ribas. Su buena temporada en el conjunto taronja, donde promedia 11, 3 puntos por partido y 15, 4 de valoración, ha hecho que su nombre suene con fuerza en los despachos de la Federación y las bajas que arrastra la selección en el puesto de base-escolta le han abierto de par en par las puertas del Eurobasket, un premio que lleva mereciendo desde hace tiempo. El año pasado, Pau fue invitado por Orenga a la concentración previa al mundial como recompensa a su gran campaña en Valencia, pero como le sucediera a Rafa Martínez en años anteriores, la presencia de todos los pesos pesados del vestuario y la competencia en su posición le dejaron sin sitio. Sin embargo, Pau ha vuelto a completar una temporada brillante como referente taronja y, aunque su futuro todavía es una incógnita, esta vez parece que sí se enfundará la elástica nacional. Y es que sería un escándalo que Scariolo se olvidara de Pau Ribas.

A Lucic también le preocupa la defensa

El aspecto defensivo continúa lastrando al Valencia Basket de Carles Duran y ayer Vladimir Lucic no dudó en reconocer que deben implicarse más en defensa si quieren aspirar a la cuarta plaza y realizar una buena actuación en playoffs.

Lucic reconoció que «todo el mundo sabe que puedes ganar un partido con un buen ataque, pero si quieres ganar algo más debes defender», aunque aseguró que se trata de «una situación extraña» porque el equipo trabaja bien la defensa durante la semana. Para el serbio, el conjunto taronja debe «acabar con esas desconexiones» que le han castigado en las últimas jornadas, sobre todo a domicilio, y pese a las dudas asegura que están «preparados para lograrlo».