«Ya lo podéis prohibir, que yo pienso correr con sandalias, no me he traído otra cosa», les dijo Ruth Perales a los responsables de las dos carreras de montaña del pasado domingo en Espadán. Como sus compañeros, se sintió despreciada por la organización, que se acogió a un ambiguo artículo de la federación valenciana, que no de la española. Sin las zapatillas convencionales, esta atleta y profesora de Kung-Fu se siente «más ágil y rápida». Y considera que el desprecio que sintieron los corredores minimalistas es producto «de un pensamiento retrógrado». Como el resto de atletas que han dejado de lado las zapatillas convencionales, insiste en que correr descalzo o con sandalias «es lo más natural». Su padre, médico y deportista, no sólo la defiende, sino que corre maratones sólo con un par de suelas.
¿Por qué corre descalza?
Porque tuve una fascitis y no podía hacerlo con las zapatillas convencionales. Me leí el libro La aventura de correr descalzo de Emilio Sáez, que después de dejarse el atletismo por las lesiones, se ha hecho 13 maratones descalzo y mejorando sus tiempos. Empecé a probar y vi que no sólo me curaba, sino que me sentía más ágil y más rápida. Después ya me uní al Club 5 Dedos, donde muchos han llegado por la desesperación de las lesiones y ahora van a tope. Hoy no es raro ver a gente con sandalias o descalza entrenando o corriendo en cualquier parte.
Con sus excelentes resultados, ¿qué puede decir a la gente que dice que el minimalismo no es más que una moda?
Que está equivocada. Yo hoy (pro ayer) estoy sorprendida de mi recuperación tan rápida después de haber corrido en Espadán mi carrera más dura. No me duele nada. Una vez pasas el periodo de adaptación, el cuerpo agradece correr de forma natural. Hay gente que me dice que tenga cuidado con los esguinces. ¡Pero si yo tengo los tobillos más fuertes que ellos! Lo que tiene sentido es entrenar a tu pie para lo que está diseñado, sin ponerle protecciones. Notas más control en la pisada.
Cada vez hay más médicos que aconsejan tirar las zapatillas convencionales a la basura.
Curiosamente, mi padre es médico y deportista. Y en mi caso, fui yo quien llevé la iniciativa. Él probó y ahora corre con sandalias. Bueno, ahora va con sandalias a todas partes (ríe). La cuestión es que es una realidad que cala por su propio peso. Si lo experimentas, te pasas. Esto es lo natural. En realidad, correr así es protegerte el pie y la espalda.
¿Cómo entiende la descalificación de los atletas que corrieron con sandalias el Maratón de Espadán?
Es increíble, yo escuché de viva voz cómo se lo decían a un corredor. Yo solté un grito de 'mira, yo voy a competir igual. Si hay algún problema, no me he traído otra cosa'. No me podía creer que saliese de una persona con un cargo de responsablidad en una federación deportiva. Y en un pueblo como Segorbe, que hay mucha gente descalcista. Esa prohibición es de un pensamiento retrógrado. Es política sin ser política. Fue un desprecio. No corremos con sandalias ni descalzos para convencer a nadie, sino por una cuestión natural y de salud. Nosotros no miramos mal a los que llevan zapatillas amortiguadas.
Que usted quedase tercera en el Medio Maratón imagino que debió darles rabia.
Según tengo entendido, la federación española sí lo acepta, pero la valenciana no. Yo estoy dentro de la federación de montaña, me estoy implicando más en un departamento de montaña que se llama 'mujer y deporte', y me gustaría cambiarlo desde dentro. Porque esto ya es una realidad. En cualquier carrera de montaña, ves a 5 o 6 con sandalias. Y en asfalto más. Si consideran que el problema es que sean planas, con cero drop (inclinación), deberían analizar todas las zapatillas, porque hay calzado minimalista que cubre todo el pie. Y deben saber que el que lleva las amortiguadas convencionales con mucho talón tiene más probabilidades de doblarse el tobillo. Es todo tan ambiguo. Lo bueno es que en el podio, igual que cuando gané en Olocau, el resto de corredores te mira con admiración. Te dicen que tienes más mérito, pero yo les digo que es al revés, que yo corro con ventaja.
Cuando entrena, con sandalias o descalza, ¿se siente observada?
Al principio te sientes como una exhibicionista. Hay miradas que te señalan y sí, escuchas cosas, pero cada vez menos. Esa es gente con una mentalidad anticuada. Lo que más les molesta a algunos es que les adelante una mujer con sandalias.
