L´Alqueria sigue creciendo y no se fija límites. En su segundo año de vida la instalación bandera ahora mismo del Valencia Basket ha mejorado y aumentado sus números tanto de uso como de de presupuesto.

De esta manera de las cerca de 9.000 horas con las que concluyó el primer curso, en la campaña 18-19 se dispararon hasta las 17.688 lo que además ha traído un aumento de más de 1.000 personas respecto a la primera temporada y que ahora ascienda a casi 14.000 usuarios.

En cuanto al plano económico esta mejoría ha obligado a estirar de manera notable el presupuesto que ha pasado de los 500.000 euros de la campaña 17-18 al 1,6 millones de la actual unos números que también se han visto reflejados en los beneficios y que han alcanzado los 600.000 euros.

L´Alqueria del Basket quiere mantener una filosofía muy clara de trabajo en la que la apuesta por la gente de la casa es la principal premisa, siendo sabedor cada jugador que luego será él mismo el que en la cancha tenga que demostrar si es válido o no para llegar a ser un profesional del baloncesto. Bajo esta premisa y asumiendo que posiblemente se esté en desventaja con otros clubes el Valencia Basket seguirá con su idea de no incorporar a ningún niño o niña extranjera para reforzar su cantera. El responsable de la instalación José Puentes se mostró muy claro sobre este asunto. «Renunciamos a traer un niño de Senegal, con lo que ello suponga de bueno o malo. Lo nuestro es formar niños de aquí», reconoció.

Ecosistema autóctono

Otro de los paradigmas en los que se mueve l´Alqueria es el nutrir de jugadores con un ADN propio no sólo al propio club taronja sino también al resto de clubes. Puentes aclaró que el objetivo es crear un ecosistema autóctono en el baloncesto más cercano. "Abrimos las puertas a todos. De poco nos serviría que crezcamos pero no lo haga nuestro entorno", indicó.

En este ámbito claro ser cada vez más abierto al exterior, la instalación sigue trabajando en el traspaso de fronteras y de esta manera cada vez es más común ver jugadores de Estados Unidos o China que se forman en l´Alqueria o la organización de Campus en Australia y que están auspiciados por técnicos valencianos formados en la factoría taronja.

Precisamente la formación está no sólo enfocada a los jugadores sino también a los entrenadores que además cuentan ya con departamentos especializados en medicina, fisioterapia o psicología. En un trabajo conjunto que hace que el Valencia Basket sea un club totalmente mixto el reto pasa porque sean más jugadores y jugadoras las que escriban su nombre en el Muro de los Sueños.

Lorena Segura fue pionera en el ámbito femenino y desde el Valencia Basket existe el nítido convencimiento de que no será la última, así como Ion Galarza, último en hacerlo en el conjunto masculino.

L´Alqueria del Basket tuvo una inversión de 25 millones de euros en 2018 y que dividido entre el Valencia Basket y la Fundación Trinidad Alfonso.