Con una defensa de tres sorprendió Calleja en su primer partido después de su vuelta al Submarino amarillo. El rival era el Espanyol, el mismo que el de mañana, y desde entonces mucho ha cambiado en el once de un técnico que ha madurado a marchas forzadas en el banquillo y que ya está viviendo su segunda etapa en el banquillo. En medio solo hubo un mes y medio de diferencia pero la realidad es que el entrenador ha encontrado mejor el equilibrio de una plantilla que este verano se ha reforzado bien y con cabeza. Ahora, la única cuenta pendiente para el técnico es encontrar cierta regularidad y sobre todo, ganar fuera. El primer examen será en Cornellà.

El dibujo, la defensa al completo, el medio e incluso la idea con los jugadores de ataque. Todo eso ha cambiado. De aquel Bonera, Álvaro González, Funes Mori al Pau Torres-Albiol de la actualidad han variado los nombres y las sensaciones. La pareja de centrales se ha convertido en una dupla de selección española y eso hace no mucho en Vila-real era impensable. Por fuera el equipo también pasó del totalmente reconocible Mario Gaspar-Jaume Costa en la 2017/18 a jugar con carrileros y tener a Miguelón y Pedraza como los hombres de banda para Calleja en su primera toma de contacto en la segunda etapa. Ahora eso ha quedado atrás y aparecieron Rubén Peña y Alberto Moreno en verano, aunque Quintillà ha aprovechado la ausencia del exlateral del Liverpool para rendir a un nivel muy alto.

En el centro del campo sí es cierto que permanecen Iborra y Cazorla, pero con roles distintos a los actuales. El asturiano, que también ha vuelto a la selección española, ha adelantado algunos metros su zona de influencia e incluso la ha lateralizado en determinados momentos. ¿El motivo? La figura de un centrocampista de contención que no tenía el bloque la temporad pasada.

Zambo Anguissa llegó para limitar los problemas del cuadro amarillo, con una crisis en el pivote y en los acompañamientos a Iborra y Cazorla, agobiados por tener que realizar demasiadas funciones. Y en ataque ahora Calleja ha encontrado la posibilidad de jugar a muchas cosas. Desde dos perfiles extremo (Ontiveros más Chukwueze, que ya estaba el curso pasado), Moi Gómez, que ha perdido brillo pero que importante para el técnico o la figura de Gerard Moreno en un costado para acudir hacia dentro, donde conecta con Toko Ekambi. Las posibilidades son muchas y en esta temporada el banquillo también presiona por robar el puesto a los titulares.