«No puedo decir si el fútbol va a poder reiniciar su actividad antes de verano, sería una imprudencia por mi parte». Con esa rotunda afirmación el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dejó claro ayer domingo que todavía se desconoce el futuro que le espera a corto plazo al balompié, una actividad que, como el resto, tendrá que esperar a ver la evolución de la pandemia para ver cómo «ir retomando su camino hacia la nueva normalidad».

Se da la circunstancia de que el calendario que maneja la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para reanudar la competición contemplaba justamente el 21 de junio, día en que precisamente da comienzo el verano, como la fecha en que se disputarían los primeros partidos desde que explotara la crisis del coronavirus. No obstante, para empezar ese día, antes habría de habilitarse un período en que los futbolistas ya pudieran entrenar para estar en las condiciones físicas oportunas para la alta competición.

Con estas declaraciones, el ministro puso en duda que ese proyecto de calendario se pueda cumplir, al considerar que el escenario es cambiante y pueden producirse constantes modificaciones en los permisos que dé el Gobierno durante el proceso de desescalada. Así, por ejemplo, tal y como ya avisó el propio presidente, Pedro Sánchez, el pasado sábado, los permisos para salir a correr o dar un paseo a adultos previstos para el 2 de mayo están sujetos a que los datos de contagios sigan evolucionando de forma positiva.

Test a los futbolistas

Illa también se refirió, por otra parte, a los test a los que LaLiga quiere s0meter a los jugadores recordando que hay «una orden vigente para todos los colectivos, también para el fútbol profesional», motivo por el cual «se tienen que poner a disposición de las autoridades sanitarias» de cada comunidad autónoma y realizar el diagnóstico «con su aprobación».

Precisamente, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ya indicó el sábado que el Ministerio de Sanidad desaconsejaba la realización masiva de test por parte de las empresas a sus empleados, si éstos no presentan síntomas.

El ministro de Sanidad, por último, subrayó que las cosas serán diferentes a partir de ahora, por lo menos hasta que se encuentre una vacuna contra la Covid-19: «Es una nueva normalidad, las cosas no van a ser como antes. Tenemos que aprender, hasta que no aparezca una nueva vacuna, a convivir con ese virus que, insisto, es peligroso y al que no hay que perder el respeto».