Durante toda la jornada de ayer, el valencianismo y el mundo del fútbol en general dio el último adiós a «Loqui» como se le conocía a Juan Cruz Sol con el cariño que él siempre devolvía. Una despedida en el Tanatorio Municipal de València acorde a la grandeza de un futbolista que fuera del campo continuó dejando huella hasta su fallecimiento, a los 73 años, tras una grave enfermedad. Sol también jugó cuatro años en el Real Madrid (1975 a 1979) y no faltaron l director de Relaciones Institucionales de la entidad blanca, Emilio Butragueño, y Pedja Mijatovic, que vistió las dos camisetas. ««Se va un hombre agradable, sin duda, un gran anfitrión», dijo El Buitre. El rubio de Elgoibar (Gipuzkoa) no tenía enemigos en el campo de la vida. Como lo define Butragueño, «siempre agradable, era el perfecto anfitrión». Por ello, clubes como el Levante, representado por su presidente, Quico Catalán, y el Villarreal, con su vicepresidente, José Manuel Llaneza, acudieron ayer a dar el pésame a la familia Sol.
Los embajadores del Valencia CF, Ricardo Arias, Miguel Tendillo y Miguel Ángel Bossio, arroparon de cerca a Paola, viuda de Juan, y a sus hijas Paola y Alejandra. En el Tanatorio se vivieron momentos muy emotivos, difíciles de reflejar con palabras. «Debemos honrar a la persona, a todo lo que Juan le dio al Valencia CF. Y, por encima de todo, cuidar de la familia: de su mujer, que está hecha polvo, de sus hijas, de su nieto... No se puede dejar en el olvido a una persona como Juan. El Valencia tiene que estar ahí», declaró Ricardo Arias. «Era muy cariñoso, para todo el valencianismo fue todo corazón. Para los que estuvimos cerca, era un gran compañero, amigo y hermano», dijo Tendillo.
Pep Claramunt, leyenda de máxima altura y compañero de éxitos, fue una de las caras más significativas durante la ceremonia en la que los restos de Sol fueron incinerados. Asimismo, por parte del Valencia, asistieron a la misa funeral el presidente, Anil Murthy, el director de administración, Joey Lim, y Sean Bai, responsable de la Academia. Además de expresidentes como Manuel Llorente, Amadeo Salvo o Pedro Cortés, que dijo: «Como jugador, muy bueno. Como persona, mejor aún... Nunca le oí discutir ni hablar mal de nadie. No siendo valenciano, deja una gran huella... más valencianistas que él hay pocos». Otros exjugadores como Curro Torres o Luis Pascual estuvieron, así como el jefe de captación de la escuela, José Giménez, y el presidente de la Agrupació de Penyes, Federico .
