El presidente del Valencia CF, Anil Murthy, recibió de Peter Lim el encargo de priorizar para la temporada que viene la confección de una plantilla competitiva que aspire al menos a clasificarse para la Europa League. Fue en la reunión que el dirigente valencianista mantuvo con el máximo accionista del club en Singapur semanas atrás. Ese día se trazaron las líneas maestras que este periódico ha contado recientemente, pero de momento, el plan del Valencia CF, o mejor dicho, la planificación, todavía no ha pasado del dicho al hecho. No es más que una teoría.

Y la realidad es que en términos de planificación deportiva, el Valencia CF ya está llegando tarde, sobre todo si de lo que se trata es de hacer un proyecto de gasto contenido. Hay diferentes formas de imponerte al mercado de fichajes, la mejor es acudir a él con dinero, es decir, me gusta el defensa central del tal equipo, y como necesito fichar uno, voy, pido precio, negocio el precio, y finalmente pago por el futbolista. Si acudes al mercado sin esa capacidad financiera tienes dos opciones. Una tratar de adelantarte a él o esperar a que en los días finales de mercado baje el precio de los futbolistas. Sin ir más lejos es lo que hizo el Valencia CF en el último mercado de fichajes que abordó, el del pasado invierno, y con esa táctica fichó a tres jugadores en los dos días finales del plazo: Ferro, Christian Oliva y Cutrone. La otra, en vez de esperar a las posibles rebajas del final, adelantarte al mercado.

Y eso es precisamente lo que no está haciendo el conjunto de Mestalla. Y más sangrante es si se tiene en cuenta lo que sucedió en el mercado de verano de la temporada pasada, que es por otra parte el mercado importante. El de enero suele ser para retocar el equipo o para hacer los deberes que no se hicieron en verano. En este sentido, que el Valencia CF no esté manos a la obra tratando de adelantarse ya al mercado tiene doble delito porque este año está a visado, es decir, la temporada pasada explotó la pandemia del coronavirus y cuando se reanudó la Liga el equipo se vino a abajo y no se clasificó ni para la Europa League. Estas dos circunstancias afectaron sustancialmente a los ingresos y el club se vio obligado en unos meses a afrontar una política de ventas y sobre todo, de salida de futbolistas con salarios que no podía asumir y valga como gran ejemplo ‘el regalo’ de Dani Parejo al Villarreal. Esta temporada no es el caso. Por una parte la gran reducción del gasto de plantilla ya se hizo en verano, y por otra, es más que evidente que la temporada que viene el equipo no estará en competición europea dado que el objetivo es que esté en primera división. Por eso se puede afirmar que al Valencia CF, a Lim y a Murthy, les está faltando agilidad y capacidad de maniobra para

Si como el verano pasado la orden de Lim es vender antes que fichar, condenará al Valencia CF a tener peor equipo a pesar de que la necesidad de reducir gasto no es tan acusada. Lo cierto es que como ya publicara este periódico, el Valencia CF se ha visto obligado a dejar escapar operaciones a coste cero de futbolistas que terminan contrato este verano porque muchos de ellos firmaron con sus nuevos equipos el uno de enero después de ‘apalabrar’ la operación en los meses finales del año pasado. Y se pueden poner nombres sobre la mesa: los porteros Rui Silva (Granada) y Dmitrovic (Eibar) o el delantero brasileño Marcos Paulo (Fluminese), que ha firmado ya por el Atlético de Madrid.

Como ya informara este periódico, el plan es vender jugadores por valor de 31 millones para ajustar gastos e ingresos aunque se pueden asumir pérdidas sin tener que apurar en ventas, y reforzar el equipo en todas las posiciones, defensa, centro del campo y delantera. De entrada, terminan contrato dos defensas cenrales, Ferro y Mangala, y dos delanteros, Gameiro y Cutrone.