A sus 17 años, Fabio Blanco fue presentado ayer en el Eintracht de Frankfurt con el despliegue propio de un fichaje de primer nivel. Difusión por redes sociales, vídeo especial rodado en el puerto de València, declaraciones del director deportivo... El extremo internacional, una de las promesas más emergentes de la generación 2004 de la cantera del Valencia, firma hasta 2023 con la carta de libertad, después de que el club dirigido por Anil Murthy llegase tarde a su renovación, con una oferta insuficiente en la calidad de la apuesta deportiva. Blanco llega directamente al primer equipo del Eintracht, quinto clasificado de la Bundesliga.

Blanco da el salto a la Bundesliga, un campeonato en el que el Borussia Dortmund ha potenciado la tendencia por la apuesta por estrellas juveniles que aterrizan directamente en el primer equipo. Fue el caso de Jadon Sancho, Jude Bellingham, Giovanni Reyna o Christian Pulisic (ahora en el Chelsea). Sin las mismas posibilidades expansivas económicas que el conjunto del Ruhr, la mayoría de clubes alemanes también ha invertido de cantera y captación o, como en el caso del Eintracht, en la reconstrucción de su ciudad deportiva, una de las más vanguardistas de Europa. En ese contexto se cocina el fichaje de Blanco. Con una red de ojeadores extensa en España, el director deportivo de las Águilas, Ben Manga se ha implicado personalmente durante todo un año con conversaciones constantes con la familia del ya exjugador del Valencia. Clubes como Juventus, Milan, Real Madrid y Barcelona se interesan, circunstancias obvias por tratarse de un futbolista de proyección con una situación contractual inmejorable. Pero la lista final quedó reducida a cinco equipos de un escalón inferior, pero con una filosofía común en apostar por la juventud, aspiraciones europeas y que le garantizaban, a diferencia del Valencia, un camino despejado al primer equipo: Real Sociedad, Olympique de Marsella, PSV Eindhoven y Borussia Moenchengladbach, además del Eintracht, club con bastante tradición en los últimos años con jugadores españoles, como Omar Mascarell, Joselu, Vallejo o Lucas Torró.

Paradojas de la «Youth Policy»

La salida de Blanco, sin retorno económico, contradice la denominada «Youth Policy», la política por la juventud difundida en los dos últimos años por Meriton Holdings, tras el desmantelamiento de la estructura compuesta por Marcelino-Alemany-Longoria. En ese tiempo, el Valencia no ha podido retener a Ferran Torres, en las filas del Manchester City, y muy probablemente se vea obligado a vender en circunstancias parecidas (con solo un año de contrato y renovación encallada) a Kang In Lee, mejor jugador del último Mundial sub-20. El descenso del Mestalla a quinta división es otra noticia negativa aunque, paradójicamente, contraste con la excelente proyección de muchos de sus integrantes y, también, con los éxitos de la gran mayoría de equipos de la Academia.

Por lo que respecta al caso particular de Fabio Blanco, el Valencia ha decidido apostar en su demarcación por Hugo González (2003), que renovó su contrato la semana pasada. Yunus Musah se queda como el gran refuerzo deportivo y estratégico a nivel de imagen de la política de juventud del Valencia.