Faltó de nuevo un poco de fortuna. Al igual que sucedió en los Mundiales de Moscú en 2013 la medalla se le escapó a Eusebio Cáceres por apenas nada. Entonces fue solo un centímetro, ayer fueron tres en la final olímpica de longitud. El atleta alicantino realizó un salto de 8,18 metros -su mejor marca de la temporada- en un concurso dominado por el campeón de Europa, el griego Miltiadis Tentoglu, con 8,41, el mismo registro que el cubano Juan Miguel Echevarría pero con mejor segundo. La medalla de bronce también se fue para Cuba. Maykel Masso terminó tercero con 8,21, tres centímetros más que Cáceres.

Aunque desilusionado, el de Onil aseguró sentirse «contento y motivado» para afrontar «cualquier competición que se ponga por delante» y advirtió que sigue «hambriento porque todavía no me he comido nada». «Han sido mejores que yo, no hay más. He dado lo que tenía y me he encontrado muy bien físicamente. Técnicamente sigo dando palos de ciego. Contento y decepcionado a la vez, pero a mí esto me encanta, me gusta competir, gane medalla o no, mi mejor momento es cuando estoy dentro de la pista, así que triste pero muy motivado porque sé que tengo más», comentó a TVE Cáceres, de 29 años, tras cuajar la mejor competición de su carrera.

Una marca de 7,98 en la ronda clasificatoria le había metido en su primera final olímpica. En su primera experiencia, Londres 2012, con 7,92 no superó la ronda. Había pasado con la novena mejor marca entre los finalistas, en una primera ronda dominada abrumadoramente por el cubano Juan Miguel Echevarría, de sólo 22 años, que se alargó hasta los 8,50 metros en su primer salto. Cáceres confiaba en «sacar el salto» que busca desde hace meses, y empezó muy entonado: 7,96 en su primer vuelo, el quinto mejor de la primera ronda, y todavía mejoró en la segunda con 8,09, su mejor salto de la temporada hasta entonces, que le llegó a situar tercero.

A partir de ahí buscó ese ‘gran salto’. En el cuarto se fue a los 8,12 que le daban un cuarto momentáneo y ahí se quedó, pese a los 8,18 del último vuelo. Es el mejor resultado de un español desde el bronce de Joan Lino Martínez en Atenas 2004. El alicantino sale de Tokio «pensando ya en el mañana. No sólo los Juegos de París. Están los Mundiales, los Europeos, cualquier cosa que tenga por delante». El discípulo de Juan Carlos Álvarez logró su plaza olímpica con un séptimo puesto y su marca de 8,01 de los Mundiales de Doha y, después de un año de muchos contratiempos físicos, esta temporada había superado los 8 metros dos veces: 8,04 en la Diamond League de Gateshead (Reino Unido) y 8,03 en los Campeonatos de España de Getafe. Su mejor marca personal data de hace ocho años, conseguida en Tampere: 8,37, la segunda española de todos los tiempos, compartida con Joan Lino Martínez y a 19 centímetros del récord de España del fallecido Yago Lamela.

Debut de Ureña

En la madrugada del martes al miércoles en España (a partir de las 2:00 horas) entrará en acción el alicantino Jorge Ureña que afrontará la primera jornada de competición de la prueba de decatlón. Mientras ayer, Javier Cienfuegos se convirtió en el primer español que se clasifica para una final olímpica de martillo gracias a un lanzamiento de 76,91. El extremeño, plusmarquista nacional con 79,38, empezó con un tiro de 72,76, y cerró con 76,91. Mañana estará en la final a partir de las 13:15 (hora española).