De bien nacidos es ser agradecidos y así lo ha demostrado Álex Palou, el primer español en ganar la prestigiosa IndyCar en Estados Unidos. Su nombre está ahora en boca de todos, pero él no pierde la cabeza y recuerda siempre que ninguno de sus éxitos habrían sido posibles sin la ayuda del fallecido Adrián Campos, con quien corrió en 2014 el Eurofórmula Open (11 podios y tres victorias) y el Campeonato de España de F3, en el que fue subcampeón, antes de dar el salto a la GP3 Series y a la F2 también con el alcireño.

La leyenda del automovilismo valenciano, al igual que hizo con Fernando Alonso, tuteló a Palou en el salto del karting a los monoplazas y apostó por él cuando al catalán ni se le pasada por la cabeza semejante aventura al no disponer de suficientes medios económicos. Pero Adrián vio en él a un piloto especial, que le impactó tanto como en su día Fernando Alonso o Antonio García, otro que hizo carrera en Estados Unidos. Por todo ello, y tras el fallecimiento de Adrián, Álex explicó con detalles el porqué de su eterno agradecimiento a Adrián en unas palabras a ‘Soy Motor’. «Si hoy soy piloto de IndyCar es porque Adrián Campos y Campos Racing vieron algo en mí. Ellos apostaron por mí cuando nadie más lo hizo. Me dieron la oportunidad de correr en monoplazas, algo que yo ni siquiera me había planteado porque no tenía el presupuesto para abrirme camino en un mundo tan caro. Esa oportunidad que Adrián y su hijo me dieron en su momento me ha permitido llegar hasta aquí. Es difícil decir qué vida tendría ahora de no haber sido porque me crucé con Adrián cuando yo era un adolescente. Quizá aún seguiría en el karting o habría intentado entrar en una universidad para vivir una vida laboral normal. Siempre estaré agradecido a quien me dio la primera oportunidad, a quien me lo dio todo cuando no tenía nada».

Palou, que durante varios años tuvo su propia habitación en casa de Adrián Campos Jr. , solía bajar a València casi cada semana, destaca que «él estaba muy contento de que todo me estuviera yendo tan bien en EEUU. Lo que más me apena es que no pueda estar para ver y disfrutar de todo esto».