La defensa les da alas antes del Fenerbahçe

El Valencia Basket femenino administra bien las fuerzas y carga pilas antes del partido de Euroliga

Marie Gülich fue la mejor del partido ayer en La Fonteta.  | GERMÁN CABALLERO

Marie Gülich fue la mejor del partido ayer en La Fonteta. | GERMÁN CABALLERO / jorge valero. valència

jorge valero. valència

El Valencia Basket regresaba a La Fonteta después de tres desplazamientos consecutivos y lo hizo a lo grande arrollando al Movistar Estudiantes por 55-33 a pesar de no tener su mejor día en lo que respecta a anotación.

Sin Claudia Contell por un proceso vírico, Rubén Burgos apostó por un quinteto con Leticia Romero, Elena Buenavida, Rebecca Allen, Nadia Fingall y Marie Gülich. La alero australiana abrió el marcador al minuto y aunque la siguiente canasta de las taronja se hizo de rogar, más aún le costo a las visitantes, que tras un primer tiro libre de Mawuli, no volvieron a anotar hasta faltar 1:45 para el final del primer cuarto, por medio de Mollenhauer.

Mientras, las taronja fueron abriendo brecha con un triple de Buenavida y el acierto de Allen, aunque el equipo encontró mejores sensaciones con los cambios, con Queralt, Ouviña, Hempe y Torrens anotando antes del final del primer cuarto, en el que el Estudiantes redujo diferencias al final con un triple de Camilion que puso el 15-7.

Ante un rival que aún no había hecho ni una falta , el Valencia Basket volvió a pista decidido a poner tierra de por medio y lo hizo con un triple rápido de Leti Romero. Erauncetamurgil respondía de dos, pero ya con Raquel Carrera en pista, el marcador se disparó hasta el 28-12 a falta de 3:50 para el descanso, cuando David Gallego tuvo que parar el partido para frenar la sangría. La propia Carrera, Gülich y Hempe castigaban una y otra vez el aro visitante, con claro dominio en el rebote y en el porcentaje de aciertos en el tiro. Y las de Rubén Burgos lograron mantener esta cómoda diferencia hasta el descanso, después de un intercambio de canastas en el que Buenavida desde los tiros libres y Marie Gülich mantuvieron a las taronja con todo de cara (32-17).

Fingall era la única taronja que seguía sin anotar en una primera parte de juego coral en el que la rotación se dio con 10 jugadoras, con la júnior Clara Sancho esperando su oportunidad en el banquillo.

Mollenhauer anotaba en la reanudación, pero si aún tenía el Estudiantes alguna esperanza de remontar, Gülich se encargó de acabar con ellas, con un triple y siete puntos consecutivos que pusieron el 39-19 en el marcador y obligaron al técnico rival a parar el partido.

La japonesa Mawuli y Camilion volvían a anotar para el Estudiantes, Fingall en su primera canasta y cinco puntos de Alba Torrens pusieron el 46-24 que rompía definitivamente el partido, a falta de diez minutos por jugar. Y más en un encuentro de malos porcentajes, en el que se hacía imposible imaginar ya una remontada.

Con todo decidido, Queralt, Allen y Hempe remataban el encuentro, mientras el técnico empezaba a repartir descansos pensando en el difícil partido del próximo martes ante el Fenerbahçe, el rival más duro de la Euroliga y ante el que llegan con necesidad de ganar y con el plus de confianza que les da la cómoda victoria de ayer ante un rival que bajó los brazos al final y en el que debutó la cadete Adriana Díaz.

Burgos, satisfecho

Tras el partido, el técnico local destacó que están «satisfechas con la victoria y con la valoración física del final del partido. Nuestras jugadoras que llegaban con molestias no han acabado peor de lo que han empezado el partido. Hemos podido repartir los esfuerzos».