La crisis crece entre los pitos de la Fonteta

El conjunto dirigido por Jaume Ponsarnau se lleva la victoria con la ayuda de la peor versión en defensa que los ‘taronja’ han ofrecido este curso

Brandon Davis supera al pívot británico del Bilbao Killeya-Jones.

Brandon Davis supera al pívot británico del Bilbao Killeya-Jones. / Miguel Ángel Polo / Efe

Pascu Calabuig

La crisis del Valencia Basket se agrava después de la derrota en la Fonteta frente al Surne Bilbao (79-85). En un día en el que todos confiaban en empezar a curar la herida, el Bilbao de Jaume Ponsarnau extendió el castigo a los de Álex Mumbrú, la octava derrota en los últimos diez compromisos entre Liga Endesa y Euroliga. A lo largo de todo el duelo, los ‘taronja’ fueron a remolque del decimotercer clasificado acb. Malwin Pantzar destrozó con 23 puntos a un Valencia en el que el máximo anotador fue, como casi siempre, Brandon Davies, con 18. El tropiezo ante un rival que encadenaba seis partidos perdidos provocó el cabreo y los silbidos de la grada.

La intensidad del inicio de temporada se ha evaporado, y el equipo valenciano volvió a entrar dormido a la pista. Como resultado, los bilbaínos pronto se dispararon con un parcial inicial de 0-9 que forzó el primer tiempo muerto en el banquillo local y, cómo no, la música de viento en la grada. Las pérdidas ejemplificaban la falta de conexión en los de Mumbrú. Adam Smith lo aprovechó a la carrera (3-11, m. 6). La única canasta en casi cinco minutos había llegado desde el perímetro y la muñeca de Josep Puerto.

Entonces, el Valencia dio el primero de los varios arreones inconsistentes que protagonizó a lo largo de todo el duelo. Un triple de Kassius Robertson, que erró el adicional, niveló el videomarcador. Incluso, en los segundos finales del acto, Jared Harper desperdició la opción de poner a los naranjas al frente. Falló dos de los tres tiros que extrajo del griego Tsalmpouris. Pantzar, por contra, no perdonaría después (17-19, m. 10).

La deficiente actitud de los jugadores fue aún más preocupante en los primeros minutos del segundo cuarto. Tras un parcial de 4-13, los vascos dominaban con una máxima de 13 puntos de la mano ejecutora de un Pantzar mucho más activo que la línea exterior local (21-34, m. 14). Nuevamente, el equipo abrió los ojos por unos minutos, subiendo la agresividad en defensa y la contundencia como única alternativa para compensar porcentajes lamentables dentro de un ataque deslavazado. Davies tiró del carro y acercó al Valencia, ayudado por Semi Ojeleye y Chris Jones (39-43, m. 20).

Jones embocó por fin desde los 6,75, aunque Smith replicó al instante para apagar unas esperanzas locales, que tampoco parecían exageradas. Pantzar, libre, alargó nuevamente la ventaja visitante. Solo Puerto parecía herido en su orgullo (44-52, m. 24). Con otro empujón sin orden ni concierto en ataque, Jones, Ojeleye y, sobre todo, Davies igualaron nuevamente la balanza (59-60, m. 30).

Llegado el último asalto, el mejor comportamiento del Bilbao y su mayor puntería le hizo justo vencedor. Aunque hubo un espejismo de reacción, nunca fue efectiva. Boubacar Touré se quedó fuera por molestias en el tobillo, Claver no jugó nada y tampoco, Robertson en toda la segunda parte. Juan Roig arropó al final a Álex Mumbrú mientras el público que aguantó en la silla lo despedía entre pitos.