IMPACTO EN EL PAISAJE

¿Qué hacemos con el ‘helibike’?

Aragón es uno de los pocos territorios que permite esta modalidad deportiva en sus parajes de montaña

Esta actividad ha sido rechazada socialmente en varios países de Europa

Un joven practica helibike, corriendo con su bici tras llegar a una altura considerable en helicóptero.

Un joven practica helibike, corriendo con su bici tras llegar a una altura considerable en helicóptero. / El Periódico de Aragón

Sergio H. Valgañón

Los deportes de montaña se han convertido en los últimos años en unas de las actividades que más adeptos suman. Una nueva forma de conocer la naturaleza y entrar en contacto con ella en un momento en el que la mayoría de las personas viven a mucha distancia de los bosques. Sin embargo, entre estas prácticas también aparecen modos de entretenimiento que generan polémica e impacto directo sobre el territorio. Es el caso, por ejemplo, del helibike.

Explicar en qué consiste este deporte es sencillo. Un helicóptero sube a varios ciclistas hasta una zona de montaña, elevada, y estos se lanzan por los caminos para descender a toda velocidad por esos parajes naturales. Una actividad deportiva que, más allá del entretenimiento de los ciclistas, impacta en el medio ambiente de manera directa.

Así, en Aragón la práctica del helibike se concentra en Punta Suelza, en la localidad de Bielsa. Fue el primer espacio en el que se registró esta actividad que muchos vecinos temían que se pudiera extender por parajes continuos. Hasta la fecha, a excepción de casos puntuales como Benasque, los descensos de estos ciclistas se concentran en esta localidad. Ya tuvieron, eso sí, una intensa contestación ciudadana, con movilizaciones hasta el propio pico de Punta Suelza con el objetivo de evitar que se repitiese una actividad "nada empática con el entorno natural".

Pero, ¿las montañas aragonesas son las únicas que ven como los ciclistas vuelan por sus caminos naturales? Pues según Altitude Rides, empresa en España que se dedica a esta actividad y que se ha dejado ver en los últimos años por el Pirineo aragonés, sí. En su página web se ofertan rutas por la mencionada Punta Suelza, el macizo del Cotiella y Sierra Negra.

Fuera de las fronteras nacionales, la circunstancia es similar y la contestación social en defensa de los espacios naturales no ha dejado de repetirse. En Francia y Alemania, las montañas están protegidas de esta práctica, mientras que en Italia los ciudadanos están peleando por reducir el coto de estas bicicletas. Sí que es más habitual en Nueva Zelanda, donde el deporte se ha extendido en mayor medida que en las mencionadas naciones europeas. En el corazón del continente, en Suiza, la bicicleta está dejando paso a otra modalidad, el heliski, que combina la subida en helicóptero con el descenso con esquís.

El impacto y la distribución del helibike en Aragón llega al territorio de muy diversas maneras. En primer lugar, porque en la zona en la que se práctica habitan especies en peligro de extinción, como pueden ser el quebrantahuesos, la perdiz nival o el urogallo. Para este último animal se están llevando a cabo programas para su protección y recuperación en el Pirineo. La llegada de los helicópteros, sobre todo a partir de junio y en los meses de verano, perturba la época de cría de estas aves y masifica todavía más unas zonas de gran riqueza natural, que ven cómo se están convirtiendo en un potente foco turístico.

En segundo lugar, el suelo y la flora también sufren, ya que para los potentes descensos que llevan a cabo los ciclistas se deben acondicionar los caminos, evitando irregularidades y erosionando el terreno. Los suelos del Pirineo, por lo tanto, viven en un constante proceso de regeneración tras estas tareas de intervención en los caminos.

Cuestión política

En las últimas semanas, la problemática del helibike en el Pirineo aragonés ha llegado hasta la política de la comunidad. La apertura de un expediente contra el agente de protección de la naturaleza por parte del Gobierno de Aragón ha movilizado a parte de la oposición.

Tanto Izquierda Unida como Chunta Aragonesista se solidarizaron con el APN expedientado, reforzando su postura, y exigieron al Ejecutivo autonómico el cierre del expediente y archivo del caso. Algo que por ahora no ha sucedido y el pleito sigue su curso. El sindicato UGT también mostró su rechazo al expediente al agente de la naturaleza y alertó de la creación de "un precedente" contra este cuerpo, al que se le investiga por, según la organización sindical, "haber hecho su trabajo".

IU ya ha registrado varias preguntas respecto a la forma de actuación, la elaboración de un procedimiento y el tratamiento de este deporte al consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, para el próximo pleno en las Cortes de Aragón.