Ciclismo

Vingegaard pone la magia en el O Gran Camiño en presencia de Bernal

El doble vencedor del Tour triunfa en la segunda etapa de la ronda gallega tras atacar en la montaña y ganar en solitario.

Vingegaard da un golpe de autoridad en O Gran Camiño

Vingegaard da un golpe de autoridad en O Gran Camiño / EFE

Sergi López-Egea

Chantada es un pequeño pueblo de la provincia de Lugo, poco más de 8.000 habitantes, con un equipo de fútbol que compite a nivel autonómico, donde no ocurren cosas que tengan un impacto mediático más allá de los límites del municipio, pero que nunca pudo imaginar algo tan grande que pocos pueblos repartidos por la geografía europea aspiran a conseguir algún día. Dos ganadores del Tour, Jonas Vingegaard, por partida doble, y Egan Bernal, afortunadamente recuperado para el deporte, cruzaron la línea de meta en primera y segunda posición.

El ciclismo corre con una varita mágica. Es un deporte capaz de colocar en el mapa como salida de una etapa a una localidad llamada Taboada, menos de 3.000 habitantes, con otra denominada Chantada como meta, y reunir a buena parte de la flor y nata del pelotón internacional. Son los ciclistas que disputan el O Gran Camiño, la ronda gallega, que ya en el primer día de competición verdadero tras una contrarreloj traicionada por el viento, recibió el azote de Vingegaard para demostrar que ya en febrero se encuentra en la vía correcta para intentar ganar el Tour por tercer año consecutivo por mucho que Tadej Pogacar se empeñe en colocarle clavos en su ruta hacia Niza, que este año sustituye a París como punto y final del tradicional camino a la capital francesa.

Ahora hay que correr para que disfrute el pueblo para que pequeñas villas rurales como Taboada y Chantada se conviertan en escenario que en otras disciplinas sólo está acotado a los más conocidos estadios, circuitos o canchas, los que cualquier aficionado al deporte recitaría de memoria a la pregunta de díganos el nombre de un famoso recinto deportivo.

El primer ataque

Vingegaard y Bernal sitúan en el mapa a carreteras por las que nunca habrían circulado en bici a no ser que se colocasen un dorsal y fueran invitados a correr al O Gran Camiño con un resultado digno de las más famosas carreras del planeta ciclista. Ataca Vingegaard, lo que tampoco era una sorpresa, y ante la respuesta de Bernal -el mismo que en 2022 se rompió buena parte de los huesos de su cuerpo- la prueba se pone de un rojo intenso. Por primera vez después de un accidente que casi le cuesta la vida en Colombia, el vencedor del Tour de 2019 y del Giro 2021 se coloca en posición de pelear por una victoria desde su milagroso regreso a la vida competitiva.

Pero, claro está, Vingegaard corre en otra dimensión y cuando ataca en un puerto de montaña, San Pedro de Líncora, no lo intenta para dejarse ver sólo por la tele, lo hace porque quiere ganar, porque desea comenzar a incrementar su palmarés, para apuntarse en tierras de Lugo la primera victoria de 2024 y para repetir la misma ruta que el año pasado. Ganó el O Gran Camiño casi sin arrugarse, se impuso por segunda vez en el Tour y si acabó la Vuelta en segunda posición se debió al pacto de Oviedo, cuando tras superar el Angliru, tanto él como Primoz Roglic, aceptaron que Sepp Kuss, compañero, gregario y líder de la prueba, acabara en Madrid vestido con el jersey rojo.

Victoria en solitario

Vingegaard llegó a Chantada en solitario, como lo hacen los grandes genios del ciclismo, los que quieren ganar todo el año, como siempre hizo Eddy Merckx, como no supieron hacer los astros de finales del siglo pasado, y como han sabido recuperar Vingegaard y Pogacar… hasta el punto de que cuando uno de los dos compite en una carrera ya se sabe de antemano quién será el ganador final.

Posiblemente, Pogacar, en el salón de su casa de Mónaco, no se perdió detalle, pero seguro que no se extrañó. En Colombia, en cambio, se alegraron, pero no por Vingegaard, sino por el chico de la cordillera, porque soñar es un arte permitido a cualquier ser humano. ¿Por qué no verlo peleando otra vez con los mejores cuando una carrera invita a tres semanas de competición? Quedan dos etapas para que se acabe el O Gran Camiño pero muy mal se le deben poner las cosas a Vingegaard para que no gane la prueba gallega por segunda vez consecutiva.