El camerunés, presente en un acto solidario en Vilafranca del Penedes, cargó duramente contra su técnico, criticó a Ronaldinho e incluso evidenció que en el club existe "una guerra de bandos" en referencia a los partidarios del presidente, Joan Laporta, y del ex vicepresidente deportivo, Sandro Rosell, objeto asimismo de las invectivas del camerunés.

Lejos de apaciguar la polémica surgida el pasado domingo, cuando Rijkaard desveló que se había negado a jugar cinco minutos, Eto´o la multiplicó: "Es de mala persona los que salen a una rueda de prensa y dicen que me negué a jugar, yo siempre he cumplido con mis compañeros y voy con la cabeza alta".

Las críticas de Eto´o afectaron a todos los estamentos del club: puso de manifiesto que existe, dijo, "una guerra que no es mía y en la que me llevo todos los palos", en referencia al divorcio entre Laporta -artífice del fichaje de Eto´o- y Rosell, encargado de gestionar la llegada de Ronaldinho al Camp Nou.

Sin pronunciar el nombre de Rosell, Eto´o le criticó con dureza: "Que tenga los huevos de decírmelo a la cara, cuando fue mi jefe ni siquiera me saludaba y ahora va por detrás dando palos, eso es de ser mala persona".

"También es de mala persona", continuó Eto´o en un tono visiblemente encendido, "el que sale a una rueda de prensa y dice que me he negado a jugar. Que piense que yo salgo a entrenarme siempre con mis compañeros, con lesiones y golpes; que digan lo que quieran, pero yo puedo ir con la cabeza alta".

Sobre los comentarios de Ronaldinho al término del partido ante el Racing en los que el brasileño pedía un esfuerzo por el bien del grupo, Eto´o contestó: "Si un compañero sale diciendo que hay que pensar en el grupo, quien debe hacerlo es él, esto es lo único que me ha molestado".

También se negó Eto´o a explicar su negativa a jugar ante el Racing: "Rijkaard dijo lo que dijo y es él quien tiene que hablar.

Yo no tengo que dar explicaciones a nadie, en todo caso, al club si es que me las pide".

Más allá de su polémica puntual con el entrenador, Eto´o lamentó que "los que hablan son los que están preocupados" porque haya vuelto a jugar después de su lesión y evidenció que en el Barcelona "hay dos grupos, uno el del presidente, y otro, de otra persona, pero deben saber que he vuelto, aunque a algunos les duelan mis goles".

Desafiante, el camerunés aseguró que puede "perdonar, pero no olvidar", y aseguró que volverá a marcar goles: "Volveré porque las lesiones no son eternas". Incluso amenazó con desvelar asuntos del vestuario: "si salgo y hablo, la gente verá lo que va a pasar".

Minutos antes de las manifestaciones del jugador, Laporta había justificado su actitud apelando al sufrimiento de Eto´o durante su lesión y a que no había tenido tiempo para calentar para jugar ante el equipo cántabro.

"No hay caso Eto´o, es algo que puede pasar porque en el marco de un partido hay muchas tensiones", dijo el presidente, quien calificó de "comprensible" la reacción del delantero y confió en la "maestría" de Rijkaard para solucionar la controversia.