Más de 20 investigadores se reunieron la pasada semana en el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y en la firma Keraben Grupo «para tratar de mejorar la sostenibilidad en el proceso de fabricación cerámico, concretamente en la depuración de emisiones de los hornos de cocción, a través del proyecto europeo Dream», según explican fuentes del ITC.

Dream es un proyecto que, bajo la financiación del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, tiene como principal objetivo «el desarrollo y la demostración de una serie de innovaciones tecnológicas que puedan ser implantadas tanto en hornos de nueva generación como en hornos de cocción de baldosas cerámicas convencionales, para así permitir un avance significativo en la sostenibilidad de los procesos cerámicos».

A fin de comprobar estas mejoras in situ se desarrollaron 3 demostradores industriales que actuarán como escaparates tecnológicos para el mercado.

En este sentido, el ITC ha diseñado y construido una planta piloto, instalada en la planta de Keraben Grupo en sus instalaciones de Nules, que está compuesta de un filtro de mangas con inyección de reactivo y dos reactores de lecho fijo, cuya misión es estudiar las emisiones de contaminantes ácidos con el ánimo de reducir tanto estos como otro tipo de elementos que se emiten a la atmósfera y que pudieran ser nocivos.

«En esta planta piloto se están llevando a cabo diferentes campañas de mediciones que concluirán este verano e incorpora sistemas de monitorización de última generación que permitirán obtener información de los contaminantes emitidos en tiempo real en un foco industrial, por eso, este estudio experimental permitirá obtener eficiencia en la depuración de las emisiones y realizar diferentes tipos de configuración», se indica desde el ITC.

Dream, acrónimo de Design for Resource and Energy efficiency in ceramic kilns, reúne a varios de los principales operadores en el campo de las tecnologías para la industria cerámica y se enfoca en el desarrollo de innovaciones para ser aplicadas en la producción de cerámica.

La idea básica del proyecto es la reducción de: consumo de energía de los hornos, emisiones de contaminantes y costes de producción, a la vez que aumentar la calidad final del producto.

Cinco son las innovaciones estratégicas dentro del proyecto que serán desarrolladas para ser aplicadas en el nuevo horno: una unidad CHP alimentada con biocombustible; el estudio de una herramienta para la modelización, simulación y el control de los parámetros de cocción; implantando el uso de intercambiadores de calor para el control y la reutilización del calor; la instalación de nuevos materiales refractarios y revestimientos que sirvan para mejorar el aislamiento del horno y finalmente, la monitorización y la reducción de las emisiones procedentes de los hornos.