El presidente de ATC, Juan José Montoro, asegura que los técnicos cerámicos deben «liderar» la transformación digital de la industria cerámica española y que para eso es imprescindible que el distrito cerámico, de manera global y unido, se pregunte «a dónde queremos ir y, en función de esos objetivos, incorporar las herramientas necesarias. Primero tenemos que reconocer los cambios tecnológicos que se están produciendo en nuestro entorno, en segundo lugar tenemos que formarnos en las nuevas tecnologías y, en tercer lugar, tenemos que implantarlas». Estas son, a grandes rasgos, las conclusiones del XV Congreso Internacional del Técnico Cerámico celebrado la pasada semana en Castelló.

El último congreso de ATC se ha desarrollado bajo el epígrafe de 'El técnico y la transformación digital' ¿Qué es necesario para que se haga realidad la transformación digital en el sector cerámico español?

La transformación digital por sí misma no es lo importante. Los cambios digitales ya están y, además, van a venir muchos más a gran velocidad y, además, vienen para quedarse. La transformación digital aporta herramientas para la gestión, que hay que aprender a manejar. Lo verdaderamente importante es aprender a liderar estos cambios, y para eso tenemos que preguntarnos a dónde queremos ir y, en función de nuestros objetivos, incorporar las herramientas necesarias. Primero tenemos que reconocer los cambios tecnológicos que se están produciendo en nuestro entorno, en segundo lugar tenemos que formarnos en las nuevas tecnologías y, en tercer lugar, tenemos que implantarlas.

¿Y qué papel juega o debe jugar el técnico cerámico en todo este proceso de cambios y transformaciones?

El técnico debe liderar estos cambios. El técnico ha de ser plenamente consciente de estos cambios, por eso desde ATC difundimos mucha información en este sentido. Los técnicos deben formarse en las nuevas tecnologías y potenciarlas para que se implanten en sus empresas. No hay que tener más miedos a los cambios que los propios de la novedad y debemos tratar esta situación como una oportunidad, porque no hay que competir con los robots, sino que todos tenemos que aprender a ser el jefe. Tenemos que aprender a liderar los cambios, con una visión humana con un 'humanismo digital'. El técnico cerámico debe estar en el centro de todo este proceso.

En la cita congresual de hace dos años ya se abordó la implantación de la Industria 4.0 en el sector cerámico. ¿Cómo ha evolucionado este tema en estos dos años?

El reto de hace dos años fue lanzar la idea de todo lo que venía y advertir a la industria cerámica de la gran velocidad a la que venía. Creo que surtió efecto y en estos dos años las empresas han afrontado muchos cambios, están convencidas de ello y están invirtiendo. Pero sobre todo están aprendiendo a ser más eficaces en gestión empresarial y eso es bueno. Ahora, el sector tiene que dar un paso más: tiene que aumentar la velocidad de crucero a la hora de incorporar herramientas digitales para, de esta manera, ser más eficaces y no perder competitividad. También hace falta aumentar la profesionalidad para ser más eficientes en todos los campos, incidiendo, en este congreso, como ya he dicho, en temas vitales para el fututo del sector cerámico, como son la transición energética, el marketing y el papel humano de las empresas.

Usted fue uno de los primeros en reclamar una revolución en el sistema productivo azulejero que elimine la dependencia del sector cerámico del gas. ¿Se trata de una utopía o se puede avanzar en ese sentido?

No. Una utopía, no; un camino, sí. Y tenemos la obligación de explorar todas las alternativas que se nos ocurran para conseguir una disminución del uso de componentes fósiles con el fin de contribuir a la defensa del planeta. Pero va a ser un camino largo en el que, seguramente, emplearemos métodos mixtos ayudados por la utilización de las energías alternativas. Por ejemplo la energía eléctrica fotovoltaica. De hecho, ya se está trabajando en varias direcciones.

En el ITC se está trabajando en un modelo de producción que elimine los hornos y que la cerámica fragüe como el cemento? ¿Puede ser el camino?

Todos los caminos son buenos, pero por mi concepción de la cerámica y sus propiedades, no lo veo. Pero para eso está la I+D+i y apoyaremos las iniciativas.