Si se quiere conocer Roma, hay que conocer también Gandia y Xàtiva». Es una de la ideas que contiene el artículo del último número de la revista Cruises News, realizado en colaboración con la Autoridad Portuaria de València (APV) y que muestra la decidida apuesta por dar a conocer a nuestros cruceristas el amplio abanico de excursiones que se pueden realizar en nuestra Provincia durante su escala en el Puerto.

Desde la Autoridad Portuaria estamos trabajando para darlas a conocer sobre todo a las navieras de cruceros del sector Premium y Lujo, cuyas escalas suelen ser más largas, con el fin de que descubran Sagunt y su pasado romano, las cavas y cuevas de Requena, Xátiva y la ruta de los Borja, la Albufera y l'Horta de València o la renombrada fábrica de Lladró y las Cuevas de la Vall d'Uixó, que como explica Evarist Caselles, director del Patronato de Turismo de València, todas están a tiro de piedra y complementan la oferta de excursiones de la Capital del Túria. En numerosos municipios de la provincia desean que los cruceristas «vengan a mi pueblo, a mi fiesta, a ver mi iglesia», afirma Caselles.

De hecho, muchas navieras están encantadas de poder integrar en su oferta de excursiones, opciones novedosas que contribuyen a la descongestión de los enclaves más visitados en la capital y que pueden suponer para estos municipios un impacto económico nada desdeñable si, entre todos los involucrados, somos capaces de promocionar la impresionante riqueza de la autonomía. Arturo Paniagua, redactor del artículo de la citada publicación, afirma que «se perciben cambios en las demandas de los cruceristas" y que tanto el puerto, la cuidad como su región, están respondiendo a esta nueva situación adaptando sus ofertas, trabajando en paralelo en modelos de movilidad sostenible y en la sostenibilidad medioambiental.

En numerosas ocasiones converso a pie de buque con los cruceristas y la apabullante mayoría vuelve encantada de su visita, y no tanto por el buen clima o las joyas arquitectónicas visitadas, que también, sino que me cuentan con cierta sorpresa la diversidad de propuestas que ofrece València, la sensación de seguridad durante su paseo pero, lo que más me agrada, es cuando me comentan que la gente de aquí ha sido generosa, que han recibido un trato exquisito en tiendas y restaurantes aunque sea con pocas palabras en inglés, y que les han ayudado al preguntar por una calle. Porque, al final, con lo que se quedan es con la emoción y, de eso, se sabe mucho en toda la provincia.