Los transportistas irán a la huelga los próximos día 20, 21 y 22 de diciembre, lo que tendrá importantes repercusiones en los puertos y grandes áreas industriales de la C. Valenciana. La reunión entre el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) y el Gobierno, celebrada ayer, concluyó a última hora de la tarde sin que se alcanzara ningún pacto que evite un parón de la logística que impactará en la previa de Navidad. Según fuentes del sector, empresas, autónomos y Gobierno ya han anunciado que intentarán avanzar posiciones in extremis hasta el lunes. De lo contrario, habrá paros.

Según el texto que negocian ambas partes, desde la convocatoria del paro en el sector en toda España, dos de las cuestiones que estaban encima de la mesa era quién asumía los costes de la carga y descarga y quién costeaba el incremento de los carburantes. No obstante, las negociaciones han seguido su curso y, según las fuentes consultadas, el Gobierno ya habría dado un paso más, prohibiendo que estas prácticas tengan lugar.

El pasado miércoles, dos de las patronales presentes en el CNTC -CETM y Fenadismer organizaron una marcha lenta de camiones por las calles de Madrid y de otras ciudades españolas para visibilizar el problema y a la que se sumaron otras tres organizaciones externas al Comité pero no otras muchas como Astic, Feintra, Fetransa o la patronal valenciana FVET, entre otras, que sí convocaron el cierre de la próxima semana.

Primeras protestas

Según señaló a la prensa el presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA), Antonio Villaverde, desde el punto desde el que se inició la manifestación del miércoles, la esperanza está en poder desconvocar el paro, tras los «avances» que asegura que hubo en las últimas reuniones con el Ministerio. Sin embargo, no ha sido así.

Las dos principales reivindicaciones son que se apruebe un mecanismo que permita repercutir a los clientes los incrementos de precios a los que los camioneros están haciendo frente ahora y que la carga y descarga no la tengan que hacer los camioneros, es decir, que se prohíba por ley que los transportistas asuman el incremento del coste del diésel y que no se acepte que hagan la carga y descarga.