Efe, Roma

El gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, compareció ayer por primera vez ante la Fiscalía de Roma para defenderse de la acusación de abuso de poder en el caso de la Banca Antonveneta, en el que se sospecha favoreció a entidades italianas en detrimento de grupos extranjeros.

Su comparecencia estuvo dirigida a aclarar su papel en la pugna por el control de Banca Antonveneta, que desde el pasado abril se disputaban Banca Popolare Italiana y el grupo holandés Abn Amro. Aunque al final fueron los neerlandeses los que lograron hacerse con Antonveneta -gracias a las investigaciones judiciales que congelaron la oferta de BPI-, Fazio fue acusado de haber actuado con favoritismo. El número uno del emisor italiano ha negado haber favorecido a la entidad italiana en su batalla financiera, pero es bien conocida su defensa de los bancos nacionales frente al intento de compra de los extranjeros, como ocurrió con el BBVA.