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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dejó ayer bastante claro que no admitirá una posible fusión entre Caja Madrid y Bancaja, una vez que la primera ha perdido, con las nuevas alianzas de la CAM, el socio que ansiaba desde hace meses, al igual que el Banco de España. Tras recibir al presidente de la entidad alicantina, Modesto Crespo, Camps afirmó, preguntado sobre si apoyaría la mencionada operación, que "las cajas de ahorro de la Comunitat Valenciana son pilares fundamentales para nuestra economía y el que las sedes de las cajas estén en nuestra tierra son garantía de directa relación con la realidad económica de nuestros sectores productivos y de los ahorradores de nuestra comunidad, por eso es fundamental que nuestras cajas de ahorro sigan estando en casa, como en este caso la CAM y también Bancaja". "Y con eso he dicho mucho", concluyó..
Camps agradeció a los responsables de la CAM el "gran esfuerzo", el "tino a la hora de tomar la decisión" y el "buen trabajo" realizados para llevar a buen puerto la integración, al tiempo que se mostró "muy satisfecho" por el SIP porque "significa más años de estabilidad, de prosperidad y de creación de empleo".
El presidente de la caja alicantina, por su parte, agradeció a Camps su "apoyo inconmensurable" durante las negociaciones, "implicándose y consiguiendo en algunos momentos incluso las conexiones necesarias, con sus habilidades y con sus conocimientos" para facilitar la consecución de un proyecto "de una eficacia total".
