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La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, advierte de que el Ejecutivo proseguirá las reformas iniciadas en mayo para reducir el déficit y calmar a los mercados, entre ellas el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años, pese a la huelga general del 29 de septiembre. No obstante, Salgado tendió la mano a los sindicatos para negociar su desarrollo. "Los sindicatos creo que saben los márgenes que tenemos. Las reformas tenemos que hacerlas, y el presidente del Gobierno ya ha dicho que en el desarrollo de esas reformas, por supuesto, contamos con ellos", comentó en declaraciones a la entrada de la reunión informal de ministros de Economía de la UE.

Salgado ha explicado que el Gobierno mantiene su propuesta de retrasar la edad de jubilación de 65 a 67 años pese al rechazo sindical, pero ha insistido en que ahora hay que esperar el informe del Pacto de Toledo. "Nosotros no hemos cambiado nuestra posición pero creemos que tenemos que esperar ahora a ver qué dice el pacto de Toledo", comentó.

Mientras tanto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado que llamará a los sindicatos después de nombrar un nuevo ministro de Trabajo, hacia mediados de octubre, aunque ha añadido que también esperará que a que CC OO y UGT envíen "alguna señal".

Agenda de reformas

El jefe del Ejecutivo ha recordado que hay una agenda de reformas sociolaborales por delante, que habrá que "ir desbrozando el camino poco a poco", entre las que ha citado las reformas de las pensiones, de la política energética y de la política industrial. Zapatero ha señalado que se debe trabajar con "prudencia" para "no levantar expectativas" y ha indicado que leerá "con atención" la propuesta conjunta que están elaborando CC OO y UGT tras la huelga. El presidente ha dejado claro que no cambiará la reforma laboral, que es una ley aprobada, y que, según ha destacado, evitará una nueva "sangría del paro" si llega otra crisis, ayudará a crear empleo cuando la economía crezca "lo mínimo necesario" y contribuirá "sin duda" a crear empleo estable.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, también afirmó ayer que el Gobierno "escucha" y que con los sindicatos de lo que hay que hablar ahora es de los servicios públicos de empleo, de las pensiones y del cambio de modelo productivo.