Bancaja dispone de tesorería para cubrir algo más de cuatro presupuestos anuales de su obra social. Concretamente, la entidad acumulaba unos ahorros de 110 millones de euros en noviembre del año pasado, una vez consumado el traspaso de la gran mayoría de sus activos y de la totalidad de su negocio bancario a Bankia, en cuya matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la valenciana tiene el 37,7 % del capital. El dato es muy significativo si tenemos en cuenta que el presupuesto inicial para 2012 de la obra social de la caja es de 24 millones de euros. La entidad tenía previsto cubrirlos mediante sus reservas de 13,6 millones más los 9,6 que esperaba recibir de dividendo del BFA. No obstante, el banco, dadas sus necesidades de saneamiento, ha decidido que este año no repartirá beneficios, así que Bancaja se ha quedado sin ingresos para cubrir el 40 % del presupuesto de sus fundaciones, tal como publicó este diario el pasado día 7.

En la última reunión del consejo de administración se informó de que el director financiero de Bancaja, Aurelio Izquierdo, elaborará un plan monetario para este ejercicio. En aquella ocasión, se comunicó a los consejeros que el presupuesto quedaría integrado por las reservas, una parte reducida de la tesorería de la caja y, si fuera necesario, pidiendo un crédito a cuenta de futuros beneficios. En cualquier caso, estaba asumido en la entidad que la obra social deberá ajustar sus cuentas a estos tiempos tan difíciles, lo que implica recortes en las subvenciones.

Aunque hay que esperar a conocer el mencionado plan financiero de Izquierdo, que se presentará, previsiblemente, en la próxima reunión del consejo, todo indica que esa perspectiva no va a variar en sustancia. Fuentes oficiales de la antigua entidad de ahorros explicaron a este diario que la fuente financiera de la obra social de Bancaja —y de las otras seis cajas que integran BFA— son los dividendos que distribuya anualmente este banco. Sin embargo, como este año no va a repartir dinero, «se va a hacer un presupuesto con los recursos disponibles pero viendo no solo 2012, sino también el medio plazo». Y es que Bancaja se dipone a actuar con «prudencia» ante la eventualidad, más que probable, que el BFA tarde varios años en poder ofrecer dividendos a sus socios. El Banco de España ya ha advertido que los sanemientos exigidos pueden provocar pérdidas en algunas entidades y, por si esto fuera poco, la matriz de Bankia debe devolver en cinco años los 4.465 millones que le prestó el FROB.

Los 110 millones están depositados en entidades de crédito y está por ver cuál es la disponibilidad que tiene para hacer uso de ellos la caja en función de los plazos a los que los haya puesto, además de las necesidades de funcionamiento que tenga que cubrir con ese dinero y sus rendimientos. En cualquier caso, las citadas fuentes de Bancaja insistieron en que la política de prudencia que va a aplicar a su presupuesto para la obra social supone que «no es razonable gastarlo todo de una vez». Las dudas las resolverá en breve el exdirector general de la entidad, pero de antemano la misma advierte de que «no se puede hacer la misma obra social que en 2004 con la que está cayendo».