El Gobierno alemán aprobó ayer un proyecto de ley por el que se impondrá un freno a las subidas de los alquileres de las viviendas, como medida frente a la creciente especulación inmobiliaria en muchos núcleos urbanos.

La iniciativa, que debe pasar por el Parlamento y podría empezar a aplicarse a principios de 2015, tiene como objetivo controlar el precio del alquiler en los nuevos contratos. «Se trata de mantener los precios de los alquileres a niveles pagables por el ciudadano», apuntó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert.

Según el proyecto, el precio del arriendo que se fije no podrá superar el 10 % de la media que se paga por otras viviendas equivalentes, por metros cuadrados y características, según la zona y la localidad en que se encuentre. Esta medida no regirá para la vivienda nueva, sino únicamente en pisos usados.