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Sanidad

Ribera Salud asume la pérdida de Alzira en 2018 y buscará crecer fuera de España

La concesionaria ya trabaja con la hipótesis de la no renovación del contrato y descarta la creación de nuevos hospitales en la Comunitat Valenciana y Madrid bajo gestión privada - Perú y Eslovaquia son los países en los que ya tiene proyectos en marcha

Ribera Salud asume la pérdida de Alzira en 2018 y buscará crecer fuera de España

Ribera Salud empieza a asimilar el nuevo escenario político en la Comunitat Valenciana y en el resto de España. Los planes de negocio de la concesionaria valenciana participada al 50 % por Centene Corporation y el Banco de Sabadell ya contemplan la más que probable pérdida del Hospital de Alzira cuando expire el contrato en 2018. La continuidad de la concesión depende de una prórroga que debe ser aceptada tanto por la empresa como por la Generalitat valenciana.

El nuevo Consell que preside Ximo Puig no parece dispuesto a que el simbólico centro sanitario que estrenó y dio nombre al modelo de externalización de servicios de salud inaugurado por los populares en 1999 siga en manos privadas. La consellera de Sanidad, Carmen Montón, anunció anteayer en el acto de su toma de posesión su deseo de recuperar la concesiones administrativas y «rescindir todos los conciertos posibles para retornar la sanidad a lo público».

El rescate anticipado de otros hospitales en manos de Ribera Salud sería complicado jurídicamente y excesivamente caro por el elevado coste de las indemnizaciones. No entra en los planes del Consell de Puig. Así que en este aspecto Ribera Salud puede respirar tranquila. El contrato de Torrevieja expira en 2021, el de Dènia en 2023 y el de Elx en 2025.

En cualquier caso lo que sí aparece cegado es el camino hacia el crecimiento en el negocio sanitario en la Comunitat Valenciana. Esta misma circunstancia se repite en Madrid. El Partido Popular ha logrado mantener el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero la presidencia de Cristina Cifuentes está condicionada al respaldo de Ciudadanos, que ya ha dicho que no comparte los planes de externalización de la gestión de hospitales que el anterior Ejecutivo de Ignacio González se vio obligado a paralizar por la presión social.

Con este contexto en España, Ribera Salud aspira a buscar el crecimiento en el exterior. Actualmente cuenta con una participación del 5 % en dos hospitales públicos de gestión privada en Perú, donde ha colaborado en la implantación del modelo de colaboración público-privada. La empresa ejerce de socio sanitario con contratos de gestión en dos centros que replican el llamado Modelo Alzira. «Las autoridades del país están satisfechas y es posible que salgan más hospitales bajo este modelo», señalan fuentes cercanas a la empresa.

Perú es la puerta de entrada al continente Sudamericano, un mercado que la empresa valenciana quiera explorar y en el que su accionista Centene tiene interés en implantarse. Ribera Salud podría convertirse en la plataforma que la compañía americana emplee para tratar de crecer fuera de Estados Unidos. La entrada en la concesionaria ha sido la primera aventura internacional de Centene.

La otra opción en cartera es la probable licitación de un hospital por parte del Ministerio de Salud de Eslovaquia de un hospital con cerca de mil camas. Ribera Salud está colaborando inicialmente en la configuración del modelo de licitación y prevé en participar en un proceso de diálogo competitivo con otros grupos para pujar por la gestión del nuevo centro sanitario, ubicado en Bratislava. Hay cuatro grupos interesados en esta concesión y Ribera Salud no descarta buscar socios y aliados tanto locales como internacionales para fortalecer su oferta.

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